El gran rescate aéreo ocurrió en Noruega cuando un equipo de 12 miembros en una tripulación requirió ser evacuado en medio de un alto oleaje. El barco Eemslift Hendrika quedó a la deriva y sin motores funcionando en medio de una tormenta y grandes olas.
En las imágenes se ve la dificultad de las maniobras de rescate pues, a pesar del uso de helicópteros, el oleaje ocasionaba que el barco tuviera una condición inestable.
Además, el movimiento del mar causaba que la embarcación tuviera una posición difícil para efectuar el salvamento. Por esa razón, el Centro de Coordinación de Rescate de Noruega usó helicópteros para rescatar a quienes saltaron al mar y quedaron en medio de las olas que alcanzaban 15 metros de altura.
Una vez que se hizo el rescate de la tripulación comenzaron las maniobras para intentar que el barco se mantuviera estable. Sin embargo, el barco permaneció en el mar, sin lograr que funcionaran los motores, a 130 kilómetros de la ciudad de Alesund.
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¿Qué sucedió después del gran rescate?
La embarcación logró enviar una llamada de socorro el lunes por la noche. Ahora que la tripulación quedó a salvo, el objetivo de las autoridades marítimas será estabilizar el barco para evitar que se hunda o se estrelle.
En esta labor ya trabajan avionetas y helicópteros que vigilan de cerca la situación, pues el motor dejó de funcionar desde la noche del lunes.
El peligro es que si la embarcación se hunde o se estrella, puede derramar una gran cantidad de combustible y contaminar el océano.
“Somos optimistas, pero al mismo tiempo hay olas de 15 metros y fuertes vientos. Las condiciones climáticas son extremas y siempre la prioridad es la seguridad de la tripulación”, dijo Hannes-Petter Mortenshol, el director de emergencias de la Administración Costera de Noruega.
Las autoridades admitieron que las condiciones del clima podrían complicar la presencia de embarcaciones en la zona para lograr concluir el gran rescate durante los próximos días.
chp