La compañía Space X del excéntrico empresario Elon Musk lo volvió a hacer. En una prueba de vuelo de su más reciente prototipo de nave espacial, el SN11, el cohete se elevó en los cielos de Texas, pero se estrelló cuando trataba de aterrizar.
El pasado 3 de marzo, una situación similar ocurrió con el cohete SN10, pues aunque logró un aterrizaje exitoso, explotó minutos después.
La transmisión en vivo de esta nueva prueba fue publicada en Twitter por la cuenta de Space X. En el video se puede notar cuando la imagen se congela en el momento que aterriza el cohete, además de que una densa niebla dificultó ver qué había pasado.
Ante esta situación, a Elon Musk no le quedó de otra que tomarse las cosas con humor, por lo que en su cuenta de Twitter escribió: ”¡al menos el cráter está en el lugar correcto!”. Aseguró que más tarde se examinaría qué sucedió para no lograr que el SN11 tocara tierra.
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"Parece que el motor 2 tuvo problemas en el ascenso y no alcanzó la presión de la cámara de operación durante el aterrizaje, pero, en teoría, no fue necesario", explicó el empresario.
De acuerdo con Xataka, el SN11 fue impulsado durante el ascenso por tres motores Raptor, cada uno de los cuales se apaga en secuencia antes de que el vehículo alcance su apogeo de vuelo, aproximadamente a 10 km de altitud, y se reoriente para regresar al suelo.
Esta nueva prueba se realizó días después de que un grupo de astronautas de la NASA visitaron el sitio en donde se encontraba la nave espacial de Space X, con la que Elon Musk quiere llevar a la gente a la Luna y a Marte dentro de unos años.
Recientemente, la NASA y Space X también firmaron un acuerdo para evitar colisiones de satélites y naves en el espacio. Esto debido a la cantidad de satélites que ambas organizaciones piensan lanzar al espacio en los próximos años.