La madrugada de este lunes se anunciaron los nominados a la entrega número 93 de los premios Oscar y no fue ninguna sorpresa que entre los documentales seleccionados estuviera Crip Camp, el cual es uno de los favoritos de la Academia para esa categoría y que cuenta entre sus productores nada más y nada menos que al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama y a su esposa Michelle Obama.
Este documental de casi dos horas de duración fue estrenado hace más de un año, a principios de 2020, en el Festival de Sundance. Posteriormente, el 25 de marzo de 2020 fue estrenado en Netflix.
La compañía Higher Ground Productions, de los Obama, fue la encargada de producir el largometraje. La familia que estuvo al frente de Estados Unidos de 2008 a 2016 fundó esa empresa en 2018, la cual desde su inicio anunció una alianza estratégica con Netflix.
En este momento, la productora ya cuenta con tres documentales estrenados, un premio Oscar -por el documental American factory- y diferentes proyectos en distintos niveles de desarrollo.
Crip Camp, o un Campamento Extraordinario, compite este año con Collective de Alexander Nanau y Bianca Oana; El agente topo de Maite Alberdi y Marcela Santibáñez; Lo que el pulpo me enseñó de Pippa Ehrlich, James Reed y Craig Foster; y con Time de Garrett Bradley, Lauren Domino y Kellen Quinn.
¿De qué trata Crip Camp?
La película se enfoca en un campamento de verano idílico para niños y adolescentes con discapacidad a comienzos de la década de los 70 que resultó ser el punto de partida para el movimiento moderno por los derechos de las personas con discapacidad.
Los miembros del campamento, ahora adultos, describen cómo eran excluidos de muchas actividades de una infancia normal, como los deportes o la escuela. Pero en el campamento podían experimentar cómo era ser simplemente un niño.
Nadaban, tenían citas, hacían deporte, bromeaban, debatían y lograron ser un grupo vibrante de gente que veía primero a las personas, no su discapacidad.
El campamento no sólo era algo que ansiaba cada año, sino que les ayudaba a ver, como dice uno de ellos, que sus vidas podían mejorar. La idea era suficiente para impulsar a algunos campistas a una vida de activismo que resultó en cambios reales y positivos para la gente viviendo con discapacidades.
CRS