DESDE EL INICIO DE LA PANDEMIA, NINGUNO DE SUS HABITANTES SE HA ENFERMADO DE LA COVID-19

Paraíso anticovid: Horcajuelo de la Sierra sin fallecidos por coronavirus

Horcajuelo de la Sierra es conocido como el paraíso anticovid porque no tiene fallecidos por coronavirus

MUNDO

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Paraíso anticovid.Horcajuelo de la Sierra sin fallecidos por coronavirusCréditos: FOTO El Confidencial

Horcajuelo de la Sierra es conocido como el paraíso anticovid porque no tiene fallecidos por coronavirus. Desde el inicio de la pandemia, ninguno de sus habitantes se ha enfermado de la enfermedad causada por el coronavirus.

Es el único de los 179 municipios de la comunidad de Madrid sin casos de la enfermedad y, por consecuencia, sin fallecidos por coronavirus. Muchos se preguntan cómo han conseguido mantener este récord y los vecinos responden que lo han logrado gracias al hecho de mantener la sana distancia y las medidas de seguridad dictadas por las autoridades de salud.

Sin fallecidos por coronavirus 

Horcajuelo de la Sierra tiene 89 habitantes y solo ha recibido visitantes de la capital española o de otros municipios. Sus habitantes son, sobre todo, gente de la tercera edad; por lo cual extreman las medidas sanitarias para evitar contagios.

Como una muestra de sus cuidados, los habtantes relatan que si van a salir o a ver a alguien fuera del pueblo, primero se hacen la prueba de la COVID-19 para extremar precauciones. Desde marzo del año pasado cesaron las reuniones, fiestas y eventos en el pueblo. y los pocos lugares de encuentro, como los bares, permanecen cerrados.

El bar más común cerró sus puertas hace unas semanas debido a la llegada de visitantes. “Como la gente no tenía cuidado ni respetaba las medidas, el dueño decidió cerrarlo para protegernos a todos, ha habido mucha responsabilidad”, dicen vecinos del pueblo.

La única conexión de este lugar con el exterior es la de los camiones de reparto de los supermercados porque tampoco hay tiendas. La gente prefiere no arriesgarse ni salir de sus casas y planean regresar a su vida cotidiana hasta que se les aplique la vacuna.  

Antes de la llegada de la COVID-19 el pueblo recibía a una gran cantidad de visitantes los fines de semana, pero el esquema tuvo que cambiar. “Estas casas rurales son para que vengan diez o doce personas, y ahora mismo no puede juntarse tanta gente. Lo que he alquilado este año ha sido sobre todo para teletrabajar”, dice uno de los habitantes.