Ahmad al Hasan, un joven migrante sirio de 19 años que se ahogó en octubre al intentar cruzar un río para entrar en Europa desde Bielorrusia, fue sepultado en un cementerio destinado para la reducida comunidad musulmana de Polonia.
Enterrado a más de dos mil 300 kilómetros de su ciudad natal de Homs, Siria, su familia pudo darle el último adiós gracias a una transmisión por celular realizada por un médico sirio que vive en la región desde hace años.
Tras una oración frente a la mezquita de madera en la localidad oriental de Bohoniki, un pequeño grupo de personas acompañó el sepelio, el primero en Polonia desde que estalló la crisis fronteriza meses atrás.
"Es un ser humano, debemos darle un entierro adecuado. Uno lo siente por ellos", dijo a la agencia AFP el dirigente musulmán local Maciej Szczesnowicz. "Es un musulmán, una persona joven, tenemos que ayudar", acotó. En los últimos meses, al menos 11 migrantes han muerto en la frontera Polonia-Bielorrusia.
¿Cómo murió Ahmad al Hasan?
Maciej Szczesnowicz relató que el joven sirio perdió la vida al intentar cruzar el río Bug desde Bielorrusia, mientras que otro migrante que sobrevivió a la travesía dijo a las autoridades polacas que los guardias bielorrusos los empujaron al agua, pese a que les dijeron que no sabían nadar.
Al Hasan "esperaba continuar sus estudios, que inició en un centro para refugiados en Jordania", contó a AFP Kasim Shady, el médico sirio que transmitió el entierro para la familia: "Él buscaba lo mismo que todos los jóvenes con sueños, pero no le resultó. La muerte le llegó muy rápido".
Miles de migrantes, muchos de los cuales huyen desesperadamente de la guerra y la miseria en Oriente Medio, han intentado cruzar la frontera en condiciones a veces gélidas; dicen estar entre la espada y la pared: Bielorrusia les impide volver a Minsk para volar de regreso a su país y Polonia no les permite cruzar la frontera para pedir asilo.
La Unión Europea (UE) acusa a Bielorrusia de atraer a los migrantes para mandarlos a cruzar la frontera, en represalia por las sanciones impuestas el año pasado tras la represión a los opositores, a lo que Polonia respondió con el desplazamiento de miles de soldados a la frontera y la aplicación de un estado de emergencia, así como la rápida instalación de alambradas.
Apoyan a los sirios que huyen hacia Europa
La comunidad musulmana liderada por Szczesnowicz, agrupa a más de 300 personas descendientes de los musulmanes tártaros que llegaron a Polonia al menos desde el siglo XIV, a quienes los gobernantes locales contrataban por su reputación como valientes guerreros a caballo.
En la actualidad, solo unos 30 mil musulmanes, incluidos cinco mil tártaros, viven en el país de 38 millones de habitantes de mayoría católica, por lo que la comunidad de Bohoniki ha ayudado a los migrantes en la frontera recolectando ropa, alimentos y dinero, además de brindar ayuda a los soldados en la zona, haciendo sopa todos los días para ellos.
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