Al igual que Estados Unidos, el gobierno de Francia también exigirá a todos los viajeros externos a la Unión Europea una prueba negativa de Covid-19 para permitirles ingresar al país.
La medida entrará en vigor desde el próximo lunes 18 de enero con el fin de evitar que al país ingresen portadores de las nuevas variantes de Covid-19, así lo dio a conocer este jueves el primer ministro, Jean Castex, por medio de un comunicado.
De este modo los viajeros que lleguen a Francia tendrán también que aislarse durante un periodo de siete días y tras ese plazo deberán volver a realizarse una prueba de Covid-19, explicó Castex.
Francia busca tener repunte de casos con toque de queda
Todas estas medidas han sido adoptadas con la intención de contener un repunte de contagios, por lo que el gobierno de Francia impondrá también un toque de queda nacional a las 18:00 horas a partir del sábado y durante al menos 15 días.
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Si bien gran parte de los franceses ya estaban sujetos a un toque de queda entre las 20:00 horas y las 06:00 horas, el cual fue impuesto desde mediados de diciembre, cuando se levantó el segundo confinamiento nacional ahora se busca endurecer la medida reduciendo el horario a las 18:00 horas.
Cabe destacar que Francia registró el miércoles alrededor de 23 mil nuevos casos de Covid-19, una cifra muy por encima de los 5 mil casos establecido por el gobierno para levantar las restricciones. Más de 69 mil personas han muerto por covid-19 en Francia desde marzo pasado.
Criticas por retrasos en la campaña de vacunación
En tanto la campaña de vacunación, que ha sido duramente criticada por su lento arranque, entró en una nueva fase con la apertura de las inscripciones para las personas mayores de 75 años.
Hasta ahora sólo podían recibir la vacuna las personas de la tercera edad residentes en asilos y el personal de salud de más de 50 años.