El Arzobispo de la Iglesia ortodoxa serbia en Montenegro, Amfilohije, murió el pasado viernes a los 82 años de edad a causa de la COVID-19, informó la agencia de noticias montenegrina Mina. A pesar de las medidas de seguridad que se implementaron por ésta enfermedad, miles de feligreses se reunieron, el pasado domingo, en la catedral ortodoxa de Podgorica para darle un beso de despedida al cuerpo del jerarca, de acuerdo con DW News.
El arzobispo metropolitano fue internado en un hospital de Podgorica el pasado día 6 tras dar positivo por coronavirus, pero aunque dos semanas más tarde su test dio negativo, Amfilohije (Radovic) quedó hospitalizado por el proceso de recuperación de una neumonía bilateral y otras complicaciones.
Su salud se deterioró y fracasaron los intentos de los médicos de detener la insuficiencia respiratoria.
El jerarca, doctor en teología, políglota y conservador, encabezó a finales del año pasado y varios meses del 2020 las multitudinarias "procesiones" de protesta contra una controvertida ley que declaraba bienes estatales las propiedades de las comunidades religiosas y que había elevado las tensiones en Montenegro.
Las elecciones parlamentarias de agosto pasado fueron marcadas por esas tensiones, y se considera que las protestas y el descontento desencadenados por la ley contribuyeron a la caída del gobierno del DPS, del hombre fuerte de Montenegro, Milo Djukanovic, después de 30 años en el poder.
¿Quién fue el Arzobispo Amfilohije Radovic?
Amfilohije, un teólogo formado en Belgrado, Berna, Roma, Atenas y otros centros europeos, y profesor de catecismo, era un euroescéptico y crítico del ingreso de Montenegro en la OTAN.
Uno de los obispos más influyentes de la Iglesia ortodoxa serbia, fue nombrado arzobispo metropolitano de la Iglesia serbia en Montenegro en 1990, con sede en Cetinje.
Algunos medios regionales recuerdan su apoyo a las fuerzas serbias en las guerras de Croacia y Bosnia en la década de 1990 y a los entonces líderes serbobosnios Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic, hoy condenados por crímenes de guerra por la justicia internacional. EFE