Aunque animales como los alces son muy comunes en ciertas localidades de Canadá, este mensaje ha intrigado a todos, "No dejes que los alces laman tu auto", fue el rotundo recado que se les dio a los automovilistas en Alberta. Pero, muchos en las redes se han preguntando el por qué.
En Alberta, Canadá, las autoridades de la provincia de Jasper, una ciudad alpina, han puesto carteles pidiendo a los automovilistas que no les permitan a los alces lamer la sal de sus carros; un placer que estos imponentes animales encuentran como algo muy difícil de resistir.
Steve Young, portavoz del Parque Nacional Jasper habló con el medio CNN respecto al tema, y explicó que los alces están obsesionados con la sal, además de ser un complemento que requieren en su organismo. Este mineral lo obtienen generalmente de los lagos salados en el parque, pero ahora se dieron cuenta que también se acumula en los autos.
Algo común en las carreteras que pasan por el Parque Jasper, es que las personas estacionen sus vehículos a los costados para lograr ver alguno de los animales que habitan ahí, en especial a la gran especie de mamíferos. Pero, dejar que estos animales se acerquen al auto podría ser un grave peligro.
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De acuerdo con las declaraciones del portavoz, permitir que estos grandes animales laman la sal de un automóvil los acostumbraría a estar cerca de éstos, lo que representa un riesgo para ambos, pues podrían chocar contra ellos. Lo cual sería un problema grave, ya que al ser muy grandes atravesarían el parabrisas del auto.
Otra advertencia que dan las autoridades del Parque es la importancia de quedarse dentro del auto y evitar cualquier interacción con la vida silvestre, sobre todo los alces, ya que no son animales que huyan de los humanos, por el contrario, podrían atacar si se sienten amenazados.
Finalmente, Young comentó que se han visto muchos más alces que en otras temporadas debido a que la población de lobos ha disminuido. Añadió que las personas deben ser respetuosas y darles espacio, además de que está prohibido que los visitantes alimenten a la vida silvestre en los parques nacionales.