Después de aconsejar a cientos de personas a lo largo de decenas de años, el doctor y consejero de parejas Gary Chapman desarrolló una teoría: existen cinco lenguajes en los que la gente suele expresar su amor.
Uno de ellos es llamado “actos de servicio”. Aquellas personas cuyo lenguaje predominante es éste, suelen esmerarse en todo momento para hacer la vida de su pareja mucho más sencilla.
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De acuerdo con el doctor Chapman, estas personas suelen ser de pocas palabras y muchas acciones: ayudan en todo lo que pueden a sus parejas, facilitándoles la vida de cientos de formas.
Comúnmente expresan ese amor profundo con pequeñas cosas: desde arreglar aquellas cosas que no funcionan adecuadamente en casa hasta hacerte ese plato que es tu favorito, su amor se hace notar en detalles cotidianos.
¿Cómo son las personas cuyo lenguaje del amor son los actos de servicio?
De acuerdo con los perfiles realizados por la Universidad Northwestern e inspirados en esta teoría, las personas cuyo lenguaje del amor son los actos de servicio son altamente confiables y dispuestas.
Su preocupación por los detalles más cotidianos hace que sean perfeccionistas y dedicados, incluso previsores: no se les escapa una fecha, ni una camisa sin botón y siempre están dispuestos a ayudar.
Esta actitud no suele limitarse a sus relaciones amorosas. Quienes tienen esta característica como su principal lenguaje gozan de ayudar a las personas a su alrededor y suelen ser abnegados.
Por lo regular son asertivos, no suelen dudar en ofrecer su apoyo y su conocimiento a los demás, aunque también son de pocas palabras, por lo que uno de los puntos a mejorar es expresar sus necesidades amorosas a su pareja.
¿Cómo puedo mejorar mi relación con alguien de lenguaje actos de servicio?
La reciprocidad es la clave para cultivar una relación duradera con cualquier persona, pero se vuelve un aspecto crucial en el caso de las personas cuyo lenguaje del amor son los actos de servicio.
Si tu pareja te consiente a diario con un pequeño detalle, sorpréndela con un desayuno, apoyándola en las labores cotidianas del hogar o incluso facilitando su rutina diaria preparando su ropa o lavando su carro.
También suelen responder de forma positiva al interés que demuestres en esos actos de servicio que ejecuta de forma natural, así que compartir esas pequeñas labores harán que ambos sean mucho más empáticos, unidos y, al final, felices.
