Las personas que llevan a cabo actividades en la cocina reconocen que es de suma importancia tener a la mano un trapo o franela, esto debido a que es útil para diversas acciones tales como para tomar una olla caliente o también a la hora de llevar a cabo la limpieza de algún espacio.
Pero lo que pocos conocen es la cantidad de bacterias y gérmenes que se pueden albergar y reproducir en un trapo o franela que no tiene la limpieza adecuada, ni la sanitización para que sea óptimo en las actividades de la cocina, además este producto no siempre es recomendable y no suele ser aceptado en cocinas industriales.
Según la página de Azea, especializada en seguridad alimentaria, aunque el trapo ha sido uno de los utensilios que está en todas las cocinas, tanto domésticas como industriales, es el hogar de microorganismos como bacterias, fruto de una mala higiene y la razón de enfermedades dañinas para la salud.
Es importante tomar en cuenta que todos los productos de limpieza que se utilizan en una cocina o en espacios del hogar, deben estar bajo las reglas de sanitización para que se reduzcan las posibilidades de que las personas se contagian de algún virus que puede enfermar o incluso ser mortal.
¿Qué enfermedades hay en un trapo de cocina?
Varios estudios e investigaciones sobre seguridad alimentaria han dado a conocer que los trapos de cocina suelen tener la presencia de E.coli, Staphylococcus aureus y Listeria, que ocasiona infecciones en la piel, en el estómago o incluso bacterias que pueden llegar hasta el cerebro.
Los gérmenes y bacterias que se encuentran en los trapos de cocina pueden evitarse de diversas formas, específicamente se recomienda no usar un mismo producto para varias actividades, así como es mejor sustituirlos por papel de cocina que al ser desechable se reduce el riesgo de enfermedades.
¿Cómo se desinfecta un trapo de cocina?
Los trapos de cocina y las esponjas suelen recibir diariamente bacterias y microorganismos que no son buenos para la salud por lo que se recomienda desinfectarlos todos los días, además se puede llevar a cabo una solución para que no se propaguen las enfermedades que puede contener este instrumento de limpieza.
- Sumerge los trapos sucios en una cubeta con agua fría y cloro
- Deja que los trapos se enjuaguen en esta mezcla.
- Pásalos a la lavadora y usa el ciclo de agua caliente
- Secar al aire libre.
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