Es bien sabido que practicar actividad física tiene múltiples beneficios en la salud humana, sin importad la edad, habilidades, forma o tamaño del cuerpo. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, a medida que una persona envejece, es importante que proteja huesos, articulaciones y músculos, ya que estos apoyan tu cuerpo y ayudan a tener mayor movilidad. El mantener saludables tus huesos, articulaciones y músculos puede ayudar a asegurar que podrás hacer tus actividades diarias y mantenerte físicamente activo.
En ese sentido, el centro norteamericano recomienda hacer actividad física aeróbica para fortalecer músculos y huesos, pues alerta que a un nivel de intensidad moderada puede ayudar a atrasar la pérdida de densidad en los huesos que ocurre con el paso del tiempo y la edad. Por otro lado, otra de las prestigiosas instituciones que se han dado a la tarea de investigar el cuerpo humano y los beneficios del ejercicio en la salud es la Universidad de Harvard, quien destaca uno de ellos para realizarlo de por vida.
¿Cuál es el ejercicio que se recomienda hacer de por vida?
Los expertos de la Universidad de Harvard han descubierto el ejercicio más beneficioso para la salud física y mental. Se trata de un ejercicio de bajo impacto, el cual ayuda no solo para perder peso, sino también para mejorar la salud cardiovascular y retrasar el envejecimiento.
Yoga, el ejercicio que la institución académica de renombre ha catalogado como la mejor opción para practicar toda la vida, siendo este una de las mejores herramientas para trabajar la respiración abdominal, una técnica básica de esta disciplina y especialmente beneficiosa para calmar la ansiedad o el estrés a los que unos estamos más propensos a sufrir que otros. Entre los beneficios que trae consigo realizar esta actividad están:
1. Una mejor imagen corporal
De acuerdo con Harvard, el yoga desarrolla la conciencia interior, centra la atención en las capacidades del cuerpo en el momento presente, y ayuda a desarrollar la respiración y la fuerza de la mente y el cuerpo. De ese modo, el ejercicio no trata de apariencia física, por ello, los estudios de yoga normalmente no tienen espejos. Esto es para que las personas puedan enfocar su conciencia hacia adentro en lugar de cómo se ve una pose, o las personas que los rodean.
2. Alimentación consciente
Se ha demostrado que la práctica de yoga aumenta la atención plena no sólo en clase, sino también en otras áreas de la vida de quien la practica. Los investigadores describen la alimentación consciente como una conciencia sin prejuicios de las sensaciones físicas y emocionales asociadas con la alimentación. Esta mayor conciencia puede trasladarse a la hora de comer mientras saborea cada bocado o sorbo y nota cómo huele, sabe y se siente en la boca.
3. Relajación y reducción del estrés
La respiración abdominal calma el sistema nervioso y reduce la respuesta al estrés. Al enfocarse en la respiración profunda y lenta, el cuerpo experimenta una sensación de relajación que contrarresta los efectos negativos del estrés. Asimismo, tal como el punto anterior, la respiración consciente une la mente y el cuerpo, permitiendo estar en sintonía con las sensaciones físicas y emocionales durante la práctica de dicho ejercicio.
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