El enojo es una emoción tan común como complicada. Todos en algún momento hemos sentido cómo la ira se apodera de nosotros. ¿Pero qué podemos hacer para manejarla adecuadamente? Heidi Godman, editora de Harvard Health Letter, dio una guía para evitar actuar de manera poco racional y evitar general problemas.
Controlar nuestras emociones es esencial para navegar con éxito las complejidades de la vida diaria. Este dominio emocional no significa reprimir lo que sentimos, sino comprender y manejar nuestras reacciones de manera constructiva. Al hacerlo, mejoramos nuestra capacidad de comunicarnos, tomamos decisiones más equilibradas y fomentamos relaciones más saludables.
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¿Qué hacer cuando estás muy enojado?
Heidi expuso que cuando sientas que la ira comienza a invadirte, haz una pausa. Reconocer que estás a punto de enfadarte es el primer paso para evitar una reacción impulsiva. Una técnica sencilla pero poderosa es respirar profundamente y contar hasta diez. Esta acción te permite distanciarte emocionalmente de la situación y te da tiempo para evaluar tus próximos pasos.
La experta señala que Stuart Ablon, psicólogo y experto en comportamiento, sugiere que practicar la empatía es vital para mantener la calma. Intenta comprender la perspectiva de la otra persona. Esto no solo puede cambiar tu reacción, sino que también te da una tarea importante: mantener la concentración y la serenidad. La empatía nos ayuda a acceder a habilidades de afrontamiento esenciales como la resolución de problemas y la tolerancia a la frustración.
¿Se puede controlar el enojo?
También sostiene que la escucha activa implica entender realmente lo que la otra persona está diciendo, no solo oír sus palabras. Repite lo que la otra persona dice con tus propias palabras, mostrando que la estás escuchando y entendiendo. Esta práctica no solo calma a tu interlocutor, sino que también te ayuda a mantener la serenidad.
Por último, refiere que demostrar a la otra persona que estás allí para entender y ayudar, no para juzgar o enojarte. Haz preguntas abiertas para conocer sus circunstancias y necesidades. Asegura a tu interlocutor que tu intención es resolver las cosas, no empeorarlas. Este enfoque tranquilizador fomenta un ambiente de comprensión mutua.
Enfrentar el enojo no es fácil, pero con práctica, estas estrategias pueden convertirse en herramientas efectivas para manejar situaciones tensas. Recuerda, el control de la ira comienza con un enfoque calmado y comprensivo, no sólo hacia los demás, sino también hacia ti mismo.