Una de las preocupaciones más comunes en los padres primerizos es cuando su bebé llora demasiado y nada de lo que pongan en práctica parece aliviar el malestar, pues normalmente el llanto es una señal que el pequeño tiene hambre o sed, está cansado o presenta alguna otra molestia; sin embargo, si la molestia sigue presente, la paciencia de los cuidadores parece terminarse e incluso pueden desarrollar cuadros de estrés por no controlar la situación.
A pesar que la preocupación de los padres es totalmente válida, se deben tomar en cuenta ciertos factores antes de acudir con el pediatra del bebé y es que aunque el llanto pueda parecer demasiado para los cuidadores, o quieran controlarlo en todo momento para evitar que el recién nacido la pase mal, también se debe comprender que se trata de un proceso totalmente normal y que forma parte de su proceso de adaptación y desarrollo.
De hecho, sitios especializados como Medline Plus destcan que "llorar es una manera de comunicarse importante para los niños" y algunas de las razones por las que comienzan a emitir el llanto son por hambre, sed, cansancio, soledad, irritabilidad y dolor. Es por ello que se debe encontrar la causa que está causando el malestar y atenerla de inmediato, aunque también se debe tener en cuenta que el tiempo promedio del llanto de un bebé es de una a tres horas diarias, según los expertos.
¿Cuándo debo preocuparme?; si detectas esto consulta a su pediatra
Es importante destacar que aunque el llanto es inevitable en los niños pequeños, cuando se prolonga por demasiado tiempo "puede ser una señal de algo que necesita tratamiento", pues algo en su cuerpo no está funcionando de forma correcta y le provoca el malestar que expresa llorando.
Así que si después de realizar los cuidados básicos como cambiarle el pañal, colocarlo en un ambiente ni muy frío ni muy caliente, alimentándolo o pasar tiempo con él, además de revisar las costuras y etiquetas de la ropa para ver si están irritando su piel o si su cabello quedó atorado en algún accesorio de las prendas y nada parece aliviar el llanto, lo ideal es consultar a su pediatra y llevarlo a una revisión general.
Pues otra de las razones por las que un bebé llora demasiado es por síntomas de enfermedad, así que al llevarlo al pediatra (aunque también se puede hacer en casa) se le tomará la temperatura para ver si tiene fiebre y así cuidar de su salud. Los recién nacidos también pueden contraer enfermedades e infecciones, así que entre las señales a las que los padres deben tomar en cuanta antes de buscar ayuda de un profesional de la salud, son:
- Gases excesivos y espasmos intestinales
- Irritabilidad
- Fatiga
- Disminución del apetito
- Vómito
- Fiebre
- Si toma algún medicamento
- Contracciones y espasmos musculares
- Problemas para dormir
- Hinchazón, enrojecimiento, humedad, salpullidos, dedos fríos
- Dificultad para respirar
¿Cómo calmar el llanto de los bebés?
Existe una larga lista de razones por las que los bebés pueden llorar y aunque son comunes, también se pueden asociar a la edad de los pequeños, ya que más allá de las razones anteriores destacan casos de aburrimiento, soledad, cólicos, incomodidad por pañal mojado, frío o calor, enfermedades e infecciones e incluso por la dentición, es decir, cuando le están saliendo sus primeros dientes.
Así que además de los cuidados básicos para aliviar el llanto del bebé, también puedes aplicar otras técnicas que los pequeños agradecerán y que a la larga pueden servir para prevenir que llore por largos periodos. Para empezar hay que cuidar que el clima no esté ni demasiado frío ni muy caliente; evitar exponerlo a lugares con demasiado ruido, luz o viento; reconfortarlo con música suave; hablarle, cambiarlo de posición de vez en cuando y cargarlo.
SIGUE LEYENDO
5 trucos para evitar el hipo en los bebés
Dermatitis por pañal: 5 tips para prevenir malestares en tu bebé
Baños de leche materna: Descubre los beneficios que tiene para tu bebé