El oído puede sufrir distintas afecciones vinculadas con la pérdida auditiva que se puede deber a causas genéticas, enfermedades infecciosas, uso de medicamentos ototóxicos y envejecimiento, entre otras causas. Entre las afecciones más comunes, según especialistas, se encuentran los zumbidos y las palpitaciones. Seguí leyendo y conocé de qué se trata.
Expertos sostienen que el oído puede sufrir tinnitus, caracterizada por un zumbido, silbido o chasquido en dicho lugar. Este padecimiento no es considerado una enfermedad, sino un síntoma de que algo puede estar mal en el organismo. Este tipo de palpitaciones puede causar una enfermedad más compleja y en muchos casos evitables, por eso te invitamos a conocer cuáles son las graves consecuencias
En primer lugar puede deberse a espasmos musculares en el oído interno, algo que se presenta cuando los músculos internos del oído se tensan y pueden ocasionar tinnutis, pérdida de audición y sensación de taponamiento en el oído. A esto le podemos sumar los tan conocidos trastornos de los vasos sanguíneos, manifestados cada vez que la presión arterial alta altera los flujos de sangre en el organismo provocando tinnitus.
Es importante realizarse chequeos médicos ante la presencia de palpitaciones o zumbidos ya que se puede deber a la presencia de tumores de cabeza y cuello. Aunque algunos pueden ser benignos, es importante detectarlos a tiempo. Sin embargo, en ocasiones pueden ser tumores más grandes que requieren un tratamiento más invasivo. Mientras que otra de las consecuencias pueden ser afecciones crónicas como migraña, anemia o lupus.
La enfermedad de Ménière es conocida como un trastorno del oído interno que causa mareo, un rugido en el oído y la sensación de dolor o presión en el oído. Normalmente, afecta solamente una oreja y suele ser una causa común de sordera, presentando síntomas como las palpitaciones. Por último, los zumbidos pueden desencadenar en trastornos de la articulación temporomandibular, que se presenta cuando la articulación ubicada a cada lado de la cabeza debajo de las orejas tiene problemas de ubicación o, después de algún golpe, presenta dificultades para abrir y cerrar.
