En México, miles de personas han comenzado a rentar o comprar concentradores y tanques de oxígeno ambulatorios, portátiles y estacionarios, para atender a familiares con COVID-19 en sus casas, ante la falta de camas disponibles en hospitales del país, pues no se dan abasto por el alza en los contagios del virus, que mantienen a diversas entidades en el país en semáforo rojo.
Dicha situación ha aumentado las importaciones de concentradores de oxígeno y respiradores casi se cuadruplicaron en los primeros 11 meses del año pasado, en comparación con el periodo de enero a noviembre del 2019.
Entre enero y noviembre del 2020, la importación de aparatos respiratorios de reanimación y terapia respiratoria, como son los concentradores de oxígeno y respiradores, aumentaron 296.2 por ciento en volumen al alcanzar los 21.5 millones de kilogramos, de acuerdo con datos del Siavi de la Secretaría de Economía.
Lo anterior representa cerca 718 mil 245 aparatos de respiración, considerando que el peso estimado de éstos es de 30 kilogramos. Es por eso que en el Heraldo de México te decimos cuál es la diferencia entre el oxígeno portátil o un concentrador de oxígeno portátil y determinar de esta manera cuál se adecua mejor a sus necesidades.
Lo que normalmente llamamos oxígeno portátil es la unidad transportable que se proporciona a las personas con terapia de oxígeno domiciliario. Este tipo de dispositivo puede estar constituido por un simple cilindro o bombona que por lo normal pesa mucho cuando está cargado (4,5 kg), tiene una duración de 2 a 6 horas (dependiendo del flujo de oxígeno que se utiliza) y a menudo pierde agua o emite silbidos.
El oxígeno portátil tiene que ser recargado y el contenido de oxígeno en el interior se evapora por completo entre seis a ocho horas, debido al estado criogénico en el que se almacena. El cilindro de oxígeno portátil es una buena solución cuando no necesitas alejarte mucho de tu casa, pero cuando decides quedarte fuera de casa o ir a consulta, esta no es la mejor opción.
Pues el oxígeno portátil no te permite hacer largos viajes y sobre todo no está permitido su transporte o su uso durante viajes en avión, debido a lo peligroso que puede ser una substancia como el oxígeno liquido.
Mientras que el concentrador de oxígeno portátil es un dispositivo que produce oxígeno al instante, sin necesidad de almacenarlo en su interior. Esto conlleva notables ventajas respecto al cilindro de oxígeno, sobre todo en cuanto a movilidad y comodidad de uso, en especial en estos momentos en nuestro país, en donde conseguir oxígeno para nuestros pacientes se ha convertido en un calvario.
El proceso que usa el concentrador de oxígeno es bastante simple, el dispositivo aspira el aire que te rodea y separa, por medio de filtros moleculares, el oxígeno de los otros gases que componen el aire, logrando así entregarte oxígeno puro hasta el 96%. Es un tipo de tecnología basada sobre un particular material, la zeolita, que tiene la propiedad de retener las moléculas de nitrógeno dejando pasar las de oxígeno, portándose como un verdadero filtro.
Los concentradores de oxígeno portátiles están equipados con batería y te permiten tener autonomía prácticamente ilimitada gracias a la posibilidad de cargarlos en cualquier lugar haya una toma de corriente, incluso cuando viajas en coche, tren, barco o avión.
El concentrador carga las baterías mientras sigue funcionando, por lo tanto no tienes que dejar de usarlo mientras cargas las baterías. Por lo normal los varios modelos de concentrador vienen con baterías que te permiten estar sin electricidad hasta 8 horas. Si es verdad que los concentradores de oxígeno son sistemas más caros, significan una buena inversión en estos momentos.
Si necesitas asesoría en cuanto a pruebas para la detección de COVID-19, envía un WhatsApp a JLN Labs (55 3026 0609) y agenda tu cita para que te visiten a domicilio y te hagan la prueba.