La escena del rock de los años 60 cada vez se va quedando sin sus estrellas más emblemáticas y hoy es uno de esos días, pues se dio a conocer que Marianne Faithfull, la icónica cantante, compositora y actriz británica, murió a los 78 años en Londres, dejando un legado inigualable en la música y la cultura popular. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, estuvo marcada por su inconfundible voz y su capacidad para reinventarse constantemente, colaborando con artistas de diversos géneros y generaciones. Su muerte fue confirmada por un portavoz:
Es con profunda tristeza que anunciamos el fallecimiento de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull. Marianne falleció pacíficamente en Londres hoy, en compañía de su amorosa familia. Será profundamente extrañada, dijo el portavoz.
Aunque no se dio a conocer la causa oficial que terminó con la vida de esta leyenda del rock, es bien sabido que a lo largo de su vida enfrentó varios desafíos de salud, incluyendo episodios de bulimia, un diagnóstico de cáncer de mama y enfisema, resultado de años de tabaquismo. En 2020, la cantante contrajo COVID-19 y los médicos llegaron a temer por su vida, considerando su condición grave. Sin embargo, contra todo pronóstico, Faithfull logró superar la enfermedad y, con renovada fuerza, presentó su vigésimo primer álbum, "She Walks in Beauty", tan solo un año después de su recuperación.
Te podría interesar
¿Quién fue Marianne Faithfull?
Nacida el 29 de diciembre de 1946 en Hampstead, Londres, Marianne Evelyn Gabriel Faithfull provenía de una familia con ascendencia noble austríaca. Su madre, Eva von Sacher-Masoch, era descendiente del escritor Leopold von Sacher-Masoch, autor de "Venus en las tinieblas", pero a pesar de sus raíces aristocráticas, Faithfull creció en un entorno modesto en Reading, Inglaterra.
A los 17 años, tras mudarse a Londres, fue descubierta por el productor y mánager de The Rolling Stones, Andrew Loog Oldham, quien le encargó a Mick Jagger y Keith Richards la composición de su sencillo debut, "As Tears Go By". La canción se convirtió en un éxito inmediato, alcanzando el Top 10 en el Reino Unido en 1964 y en 1965, Faithfull logró tres éxitos adicionales en el Top 10 británico, que también ingresaron al Top 40 de Estados Unidos.
Ese fue el momento en el que nació una estrella, pues a lo largo de su carrera colaboró con muchos artistas, demostrando su versatilidad y disposición para explorar diversos géneros musicales. En 1997, participó en "The Memory Remains" de Metallica, una colaboración que fusionó el rock pesado con su distintiva voz melódica; en 2002 lanzó "Kissin Time", un álbum que incluyó colaboraciones con artistas como Beck, Billy Corgan y Jarvis Cocker, marcando una incursión en el rock electrónico y experimental, ampliando aún más su repertorio musical.
Posteriormente, en 2005, presentó "Before the Poison", un álbum que contó con la participación de PJ Harvey y Nick Cave, consolidando su posición como una figura influyente en la música contemporánea. Estos importantes materiales le valieron numerosos premios y reconocimientos, incluyendo el World Lifetime Achievement Award en 2009. Pero su influencia trascendió más allá la música, incursionando en el cine, el teatro y la moda, consolidándose como un símbolo de la contracultura.
Marianne Faithfull estuvo marcada por sus relaciones sentimentales y sus luchas personales, que influenciaron tanto su música como su imagen pública. Uno de los aspectos más comentados de su vida personal fue su relación con Mick Jagger, pues aunque Faithfull se casó con el artista John Dunbar en 1965 y tuvo un hijo, Nicholas, su relación con Jagger comenzó poco después de su matrimonio, lo que finalmente llevó al fin de su primer matrimonio.
Por su parte, la relación con Jagger fue tumultuosa, marcada tanto por la pasión como por los excesos e incluso se la consideró una de las musas de The Rolling Stones y, según leyendas dentro de la escena del rock, la famosa frase "wild horses couldn't drag me away" (los caballos salvajes no podrían arrastrarme) de la canción "Wild Horses" de la banda, se inspiró en su relación.
La vida de una rockstar que la llevó al fondo de un abismo
Aunque el mundo estaba viendo nacer una estrella del rock, la fama cobró su factura y Faithfull comenzó a explorar el mundo de las drogas desde una edad muy temprana y cuando su carrera estaba en pleno auge, pues al estar rodeada de figuras prominentes de la música y viviendo una vida acelerada, las drogas comenzaron a ser una constante en su entorno. En particular, se relacionó con el consumo de anfetaminas y, más tarde, con el abuso de heroína.
Durante su relación con Mick Jagger, Faithfull fue testigo del estilo de vida hedonista que The Rolling Stones estaban llevando y en este contexto, las sustancias se convirtieron en una parte regular de su vida ya que a medida que avanzaba la década de 1970, el abuso de las drogas comenzó a afectar gravemente su salud y su carrera. Faithfull estaba atrapada en una espiral descendente que incluyó varios intentos de rehabilitación y estancias en centros de desintoxicación, sin embargo, su imagen pública también sufrió debido a su estado de salud deteriorado, con la aparición de síntomas físicos visibles, como la pérdida de peso y su voz cada vez más rasposa y quebrada.
Ser un hombre adicto a las drogas y actuar así siempre se ve como algo glamuroso. Una mujer en esa situación se convierte en una cualquiera y en una mala madre, declaró Marianne Faithfull en una entrevista.
El consumo de heroína, en particular, marcó uno de los momentos más oscuros de su vida y en entrevistas posteriores, Faithfull expresó que el uso de heroína fue un intento de lidiar con su dolor emocional y sus inseguridades. En una entrevista con la revista "Rolling Stone", recordó cómo la heroína le ofreció una sensación de "alivio temporal", pero que, a largo plazo, la dejó atrapada en una adicción que casi le cuesta la vida.
La vida de Faithfull durante estos años fue reflejada en su música y en algunos de sus álbumes más oscuros, como "Broken English" (1979), se pueden escuchar las huellas de sus experiencias personales con las drogas. La cantante misma reconoció que su relación con las sustancias influyó directamente en su estilo musical y en la forma en que se expresó artísticamente.
El renacimiento de Marianne Faithfull después de la heroína
A pesar de los años de sufrimiento, Marianne Faithfull nunca dejó que su adicción definiera su vida por completo y a fines de los 80 comenzó a recuperar el control de su vida y a mantenerse alejada de las drogas. Su proceso de rehabilitación fue largo y complicado, pero logró superar la mayor parte de sus adicciones; en una entrevista con The Guardian, Faithfull comentó que al principio luchaba con la abstinencia, pero con el tiempo encontró fuerza en la música y en la escritura, lo que la ayudó a reconstruir su vida.
Después de salir por completo del consumo de sustancias, Faithfull habló abiertamente sobre sus problemas con las drogas, usando su experiencia para ayudar a otras personas que se encontraban en situaciones similares. Su regreso a la música, en los años 90 y 2000, marcó una nueva etapa en su carrera ya que fue aclamada por su capacidad para reinventarse constantemente y por la madurez de su voz, que había cambiado con los años debido a las secuelas de su abuso de sustancias.
Es así como Marianne Faithfull deja un legado imborrable en la música y la cultura popular, siendo una de las artistas más influyentes de la escena británica durante más de seis décadas. Su capacidad para reinventarse y colaborar con muchos artistas asegura que su música siga siendo relevante y apreciada por nuevas generaciones.
Sigue leyendo:
Muere el cantante José Juan Hernández, papá de Mimí de Flans
Muere el comediante Ken Flores a los 28 años de un paro cardíaco