En 1987, un acontecimiento desgarrador marcó profundamente la vida de la actriz mexicana Sylvia Pasquel, hija de la reconocida Silvia Pinal, pues la trágica pérdida de su hija Viridiana García-Frade Banquells, quien falleció accidentalmente a los 2 años de edad, se convirtió en un momento de sufrimiento para la familia Pasquel. El dolor de Sylvia Pasquel, quien ya venía de una vida llena de luces y sombras en el mundo del espectáculo, se intensificó con este evento que permanecería marcado por décadas en su corazón.
Viridiana García-Frade Banquells fue el fruto del amor entre Sylvia Pasquel y Fernando Frade, un empresario conocido en círculos sociales y culturales, pero también una figura polémica en la historia de la familia. Frade había tenido una relación anterior con Silvia Pinal, madre de Sylvia, lo que añadía una capa de tensión a la relación familia, pues a pesar de que Pasquel, ya en su adultez, intentó superar, la tragedia de la muerte de su hija Viridiana no solo alteró su vida personal, sino que también cambió su percepción de la vida misma.
Viridiana, cariñosamente llamada "Viri" por aquellos cercanos a ella, no vivió lo suficiente para experimentar los años de crecimiento y amor materno que Sylvia soñó para ella ya que el 27 de octubre de 1987 la pequeña cayó en una piscina mal cuidada en la casa que Sylvia había rentado en el barrio de San Jerónimo, al sur de la Ciudad de México. La caída resultó fatal, y, a pesar de los esfuerzos por salvarla, Viridiana perdió la vida en el lugar.
La casa de San Jerónimo: el escenario del fatídico accidente
Ubicada en una zona tranquila de la Ciudad de México, en San Jerónimo, la propiedad estaba rodeada por un amplio jardín que, lamentablemente, carecía del cuidado adecuado. Aunque el lugar parecía una hermosa residencia, las condiciones de mantenimiento dejaban mucho que desear, especialmente en áreas como la piscina.
En ese entonces, Sylvia Pasquel vivía junto a su hija Viridiana y el padre de la niña, quienes intentaban llevar una vida cotidiana, a pesar de las complicaciones personales que afectaban la relación de pareja. De acuerdo con relatos de personas cercanas, como Violeta Preciado, una amiga de la actriz que también desempeñaba el papel de cuidadora de Viridiana, la casa de San Jerónimo estaba en malas condiciones, pues Violeta recordó que el jardín, a pesar de su tamaño, no estaba bien mantenido y la piscina se encontraba en estado de abandono.
Violeta compartió en una entrevista que la tarde del 27 de octubre, Sylvia y Fernando decidieron salir de la casa para atender ciertos problemas personales, mientras que Sylvia le pidió a Stephanie Salas, su hija mayor, que cuidara de Viridiana. Stephanie, quien en ese momento era una joven de 16 o 17 años, quedó al cargo de la niña, pero Violeta relató que en un descuido fatal, Stephanie se distrajo tomando el sol en el jardín y dejó a Viridiana sola.
Hasta que llegó un momento en que no vieron a Viri... La muchacha salía de repente a echarle ojito a Viri, en una de esas no la vio y le preguntó a la señorita Stephie... En la parte de atrás había un puente sin barandal, y la empezaron a buscar por todos lados, declaró Violeta.
El trágico accidente: una cadena de errores
Fue así como el caos comenzó cuando la empleada doméstica, quien había sido encargada de vigilar a la niña, no la encontró en el jardín. Desesperada, le preguntó a Stephanie si había visto a la pequeña, pero la angustia creció cuando ninguna de las dos pudo encontrarla; finalmente, fue desde una ventana superior donde alguien vio el cabello rubio de Viridiana flotando en el agua turbia y contaminada de la piscina.
La desesperación se apoderó de todos los presentes en la casa y la empleada doméstica, sin importar las malas condiciones del agua, se lanzó a la piscina para rescatar a Viridiana. Sin embargo, al sacarla del agua, se dieron cuenta de que ya era demasiado tarde, pues la niña había fallecido, y el tiempo perdido en la búsqueda solo había empeorado las posibilidades de rescatarla con vida.
La muchacha se avienta a la alberca valiéndole madre la peste del agua, la saca como Dios le da a entender, y ven que no [...] Era un estanque de aguas negras... Yo calculo que más de media hora pasó hasta que la encontraron, declaró Violeta.
Cuando Sylvia Pasquel y Fernando Frade regresaron a la casa, ya era demasiado tarde y la empleada doméstica salió a recibirlos a la puerta gritando “¡la niña! ¡la niña!”, pero el horror estaba ya consumado. Stephanie Salas, visiblemente afectada, huyó del lugar, mientras que Sylvia y Fernando quedaron devastados por la noticia de la muerte de su hija; por otra parte, el hospital cercano no pudo hacer nada para salvar a Viridiana, y la noticia de su trágica muerte se extendió rápidamente entre los círculos cercanos de la familia. La conmoción fue enorme y la vida de Sylvia Pasquel cambió para siempre.
La muchacha sale a recibirlos a la puerta gritando '¡la niña! ¡la niña!’. Stephie huyó, se salió de la casa y no recuerdo si se fue a casa de Rocío Banquells o Paulina Rubio", recordó Violeta.
A pesar de los años que han pasado desde aquel fatídico día, el recuerdo de Viridiana sigue siendo una carga emocional pesada para Sylvia Pasquel, por lo que el dolor de la pérdida de su hija continúa siendo una herida abierta. Violeta Preciado, quien estuvo cerca de Viridiana y fue testigo de esa tragedia, ha compartido sus recuerdos en diversas ocasiones, especialmente en redes sociales, donde la memoria de la pequeña “fierita” sigue viva.
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