Desde hace casi siete años, Café Tacvba dejó de cantar “Ingrata”, en solidaridad con los miles de feminicidios que hay en México, pero la noche de este 5 de diciembre y como parte de su gira “Café Tacvba 35” en el Estadio GNP Seguros, la trajeron de vuelta a la escenario, no sin antes señalar que es un tema para disfrutar, no para invitar a la violencia, y cambiaron la palabra a “ingrato” e “ingratx”.
“Dejamos de interpretar esta canción, pero debemos tocarla para provocar el diálogo y decirles que la violencia nunca es la solución. Tenemos que ser conscientes de que es una canción lúdica, para pasarla bien… deseando así que la diversión del baile y la música nos dé fuerzas para comprender al otro y entendimiento sobre sus formas”, dijo Rubén Albarrán antes de que sonará el tema, el cual fue cantado a capela por las 65 mil personas que se dieron cita en el recinto.
Durante la canción, se proyectó en la pantalla central la palabra “INGRATO” en un fondo rosa, con la “o” sobre montada, cambiando también por una “x” y una “a”. La gente recibió con gran entusiasmo el tema, lo cantó, bailó y coreó a todo pulmón.
El cuarteto de Satélite ofreció un show de casi tres horas de música, haciendo un recorrido por todos los hits de sus ocho discos de estudio y con algunos temas no tan sonados. Además, el líder de la banda también hizo un viaje por los personajes que ha sacado a lo largo de todos estos años, como el traje rojo que usaba como Cosme, Pinche Juan, Anónimo, Gallo Gasss y Elfego Buendía, entre otros.
El concierto comenzó a las 21:20 horas con unos catrines zapateando los temas “Diez” y “Nueve”, para después arrancar los gritos de los fans con los primeros acordes de “María” con un look blanco (Cosme). Desde entonces cada canción sonó a coro en todo el recinto, incluso Rubén dejaba de cantar para escuchar a su fiel público. Tras “Las batallas” y “Rarotonga”, el líder de la banda saludó a la gente y les agradeció por apoyarlos incondicionalmente.
Rubén se paseó por todo el escenario, mientras sus compañeros disfrutaron el show en su lugar tocando sus respectivos instrumentos y mostrando algunos pasos de baile. Para “El metro”, Albarrán lució un traje rojo (Pinche Juan), presumiendo la agilidad que tiene no sólo en su voz, también en su físico para saltar de un lugar a otro de la pasarela.
“Abran los brazos y suéltense, de Satélite para el mundo”, dijo el intérprete al terminar “Esta vez”. Para “La muerte chiquita”, salió con blusa y falda floreada, y un huipil de cabeza y en compañía de una banda norteña. También como invitado estuvo Gustavo Santaolalla, quien ha producido varios de sus discos, para tocar “Olita del altamar” y “El futuro”, en esta parte de la noche lució el gorro de su personaje “Gallo Gasss”.
Para “Mediodía”, “El espacio” y “La locomotora”, Rubén ya portando un gabán negro con gris, playera de tirantes y pantalón negro, que también lució en su Unplugged, el cual recordó no lo pudieron salir a tocar por la pandemia de COVID-19. El clímax de la noche llegó al ritmo de “Volver a comenzar”, todo el Estadio GNP retumbaba por los saltos, gritos y canto de las personas. La fiesta siguió con “Las flores” y “La chilanga banda”, Rubén ya lucía ah doc a los temas, playera blanca, tirantes, pantalón negro y sombrero café.
Álvaro Enríquez, de la banda chilena Los Tres, los acompañó en “Déjate caer”, y pese a que hubo poca convivencia entre el cuarteto, el clásico baile que hacen en esta canción no faltó y fueron ovacionados.
A lo largo de la noche, Meme también se apoderó del micrófono para interpretar canciones como “53100”, “Aprovéchate” y “Eres”, ésta última fue de las más emotivas del show y casi para cerrarlo. El concierto terminó con “Quiero ver” y “El baile y el salón”, previamente, Albarrán lanzó un último mensaje en el que pidió enviar energía positiva a todas las personas enfermas o que padecen los problemas de la guerra en Palestina.
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