Actores, actrices y cantantes del Cine de Oro se mantienen en la memoria del público por sus hazañas y la imagen que dejaron ante las cámaras. Entre ellos destaca Sara García, recordada como “La abuelita de México” por su ternura y personajes en la pantalla grande que la llevaron a ser la imagen de una famosa marca de chocolate en el país y que se mantiene vigente 50 años después.
Originaria de Orizaba, Veracruz, la actriz obtuvo su primer papel en el cine con la película “En defensa propia” de 1917 con el director Joaquin Coss. Su talento le abrió las puerta en importante proyectos como “Los Tres García” en el que compartió escena con Pedro Infante, Víctor Manuel Mendoza y Abel Salazar. Sus papeles como mujer de la tercera edad es con lo que dejó huella y que tanto la caracterizaron, ante esto estuvo dispuesta a quitarse 14 dientes para que fuera más real su interpretación y esto le dio el papel en “Mi abuelita pobre”.
Además de su trayectoria en cine, algo que mantiene vigente a Sara García es la imagen de la marca de chocolate “Abuelita”. Proyecto que la actriz comenzó en 1973 y que aún es posible encontrar en cada empaque del producto para preparar la popular bebida en México. A esto se suma el comercial que se hizo viral en redes sociales recientemente y que fue catalogado por internautas como perturbador, pues en éste aparece la actriz con los ojos vendados ante el “reto” de identificar el chocolate.
La tragedia en la vida de Sara García
Sara García nació el 8 de septiembre de 1895, única sobreviviente en un matrimonio español que tuvo 10 hijos. A los nueve años se contagió de tifus morino y contagió a su madre, Felipa Hidalgo, quien falleció al igual que su padre, Isidoro García, a causa de un derrame cerebral.
La actriz se casó con Fernando Ibañez en Tepic, Nayarit, y fruto de su matrimonio nació su única hija, María Fernanda. La joven logró conquistar a Jorge Negrete, quien la cortejó por un tiempo, pero finalmente se casó con el ingeniero Mariano Velasco. Sin embargo, en 1940 la hija de la actriz falleció a los 21 años de edad por fiebre tifoidea.
Aunque es poco lo que se sabe sobre su vida privada, se ha señalado que tras su separación, Sara García se reencontró con su gran amiga de la infancia, Rosario González, quien habría sido su pareja durante 60 años y se encargó de cuidarla, llevar su agenda, escoger su vestuario hasta su muerte.
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