Luis de Alba es uno de los comediantes más queridos del espectáculo en México. Con más de 60 años de carrera artística, el actor se ha caracterizado por su carisma y sentido del humor, pero sobre todo por sus múltiples personajes, uno de ellos es El Pirrurris. A continuación te decimos el origen sobre el mismo.
A lo largo de su trayectoria, el humorista ha creado emblemáticos personajes como Juan Camaney, El Ratón Crispín, Maclovio Jackson, Peritos, Dalilo Pelufo, Saladín Salado, Tlacoyo, Juan Penas, El Hermano Sol, Ptolomeo Nene, entre muchos más.
La trayectoria de Luis de Alba
Nació el 7 de marzo de 1945 en Veracruz. Inició su carrera en desde muy pequeño en la película El camino de la vida (1956), en la que interpretó a un niño cantante. Muchos años después, en 1978, participó en la cinta El arracadas, donde compartió créditos con Vicente Fernández.
En esa época actuó en una gran cantidad de filmes del llamado Cine de Ficheras, junto a Alfonso Zayas, Sasha Montenegro, Rafael Inclán y Polo Ortín. En 1976, el comediante Eduardo Manzano, uno de Los Polivoces, lo invita al elenco de su programa: El Show de Eduardo II.
En 1978, de Alba tuvo su propio programa de televisión llamado El mundo de Luis De Alba, donde El Pirrurris era uno de sus personajes principales, un joven presumido de clase alta que siempre viste de traje, usa el cabello largo e hizo populares palabras como naco y chido, muy utilizadas en nuestro país; el cual regresó en 2004 en la serie creada por Jorge Ortiz de Pinedo: La Escuelita VIP.
La verdad detrás de El Pirrurris
El año pasado, durante una entrevista en el programa matutino Venga la Alegría, Luis de Alba habló cómo surgió su icónica personaje. Contó que tras estudiar en escuelas públicas decidió entrar a La Ibero (Universidad Iberoamericana), donde le llamó la atención la manera de hablar y vestir de las personas, pues además de tener guardaespaldas afuera del salón, su forma de expresarse era única en aquel entonces.
"Nunca había visto esa manera de hablar, de vestir, de tener guaruras afuera del salón, de dos lugares para comer: uno de autoservicio y otro que era restaurante con meseros: el de los nacos y el de los pirrilines, que ahora les dicen fifís, fresas", recordó.
Agregó que sus compañeros le preguntaban si él venía de un país de Centroamérica o Sudamérica, pues lo veían "chaparrito y gordito". "Se me acercaban así de: '¿De dónde vienes, eh?'. Lo primero que me impresionó fue el tono de voz: 'O sea', decía: '¿Por qué habla así?'.
Entonces, cuando Eduardo Manzano le dio la oportunidad de integrarse al programa El Show de Eduardo II, para un episodio tenía que interpretar a un príncipe, así que se le ocurrió hablar con ese acento en particular. "Entra el príncipe así de: '¡Qué onda, nacoretes!', dijo. Así nació El Pirrurris, que en su momento se llamó El Hijín.
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