Pedro Infante es la mayor leyenda del Cine de Oro en México y, a pesar de que murió a una edad muy corta, tuvo una carrera muy exitosa en la gran pantalla y se convirtió en el máximo ídolo de la época. Su filmografía abarca más de 60 películas y su trabajo como cantante cuenta con más de 310 piezas, muchas de ellas que aún continúan en el gusto del público y forman parte de la cultura popular.
Entre las películas que le dieron más éxito al actor mazatleco podemos encontrar "Cuando lloran los valientes", "Los tres huastecos, "La oveja negra", "Un rincón cerca del cielo", "Pepe el Toro", "La vida no vale nada" o "Tizoc", largometraje por el que fue ganador del Oso de Plata en el Festival de cine de Berlín.
Además de la actuación, la aviación era la gran pasión de Pedro Infante, pero fue justamente en un accidente aéreo en donde perdió la vida. Aunque antes de ese trágico día en 1957, tuvo otros dos siniestros que fueron una premonición de lo que pasaría ese día en Mérida, Yucatán.
FOTO: Archivo
Pedro Infante vistió de luto el cine mexicano, después de que perdiera la vida en un accidente aéreo en Mérida, Yucatán, el 15 de abril de 1957. Pero ese accidente no fue el único que sufrió. Tuvo un par más en donde logró librar la muerte, pero le quedaron daños físicos que lo acompañaron por el resto de sus días.
Infante acumuló 2 mil 989 horas de vuelo como piloto. Pero antes del trágico accidente en Mérida tuvo uno en Guasave, Sinaloa, mismo que le dejó una cicatriz en la barbilla. El segundo fue en Zitácuaro, Michoacán y fue el más grave de los dos, porque se le tuvo que implantar una placa de platino en el cráneo.
En las fotografías del segundo accidente se pueden ver los estragos del que sucedió en Guasave.
FOTO: Especial
El segundo accidente aéreo lo dejó muy malherido, porque presentó una herida en la parte frontal y lateral izquierda del cráneo, misma que dejó expuesto el hueso. Los golpes le provocaron una fractura y un hundimiento del cráneo, por lo que se tuvo que hacer una limpieza y reconstrucción de la parte dañada. La cicatriz de la operación era muy impactante.
FOTO: Especial
El 15 de abril de 1957, poco después de despegar del aeropuerto de Mérida, el C-87 piloteado por Infante se desplomó en el centro de la ciudad de Mérida, Yucatán. El impacto contra el suelo fue frontal, debido a una pérdida total de control de la aeronave.
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