Britney Spears ha destapado toda la verdad sobre la manipulación y abuso mental de las que ha sido víctima durante años por su padre. Ahora, su madre, Lynne Spears, expuso que su hija apoya la petición de que se obligue a su padre Jamie Spears a ceder el control sobre su vida personal y profesional que aún supervisa como uno de sus tutores legales, y se ha ofrecido a testificar para que esto se logre.
Según su versión de los hechos, Lynne Spears se enteró de todo a finales de 2018, durante un "período de crisis", y ahora ha descrito el comportamiento de su antiguo esposo como "coacción, desconfianza, amenazas y castigos". Sostuvo que esto se demuestra con el "altercado" ocurrido entre Jamie y el mayor de los dos hijos de Britney, Sean Preston, de 15 años, que llevó al ex marido de la cantante, Kevin Federline, a solicitar con éxito una orden de alejamiento contra su antiguo suegro en 2019.
Mamá de Britney sostiene que hay pruebas de los abusos
Lynne, quien se divorció de Jamie, aseguró que su ex pareja contrató a un médico especializado en mejorar el rendimiento deportivo de atletas de élite para que le recetara a su hija medicamentos que ella no deseaba tomar, lo cual le causó daño físico y emocional bastante grave.
"Fui testigo de cómo ese mismo médico obligaba a mi hija, con el conocimiento del señor Spears y animado por él, a ingresar en un centro de salud al que no quería acudir, donde la amenazaban con castigarla si no se quedaba para someterse a un tratamiento médico que no deseaba recibir", añadió.
Lynne concluyó que Jamie es "incapaz de anteponer los intereses de mi hija a los suyos propios, tanto a nivel profesional como personal" e insistió en que el hecho de que siga siendo uno de los tutores legales de Britney "no es lo mejor" para Britney, que en la actualidad solo sentiría "odio y miedo" hacia su propio padre.
msb