Unas enormes plumas rojas y amarillas están en la punta del traje. En el sombrero hay un grabado de una mujer con un niño. La máscara, con una quijada puntiaguda, es blanca, y los flecos dorados. La mascada está en color negro.
Los chapetones, multicolores. La figura frontal, en parte del torso, consta de rostros de mujeres y flores. Mientras que las botas no se distinguen por el largo vestido. Es la indumentaria de un chinelo de Yautepec, la más colorida entre los pueblos morelenses.
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Está en el Centro Cultural Chinelo, donde Claudia Sheinbaum llevará a cabo su primer mitin del día 55 de precampaña.
A las 10:43 unas puertas de madera abren de par en par. Llegó la precandidata a la Presidencia. Es recibida en el Museo del Chinelo, donde el público puede conocer los trajes de los carnavales más representativos de Morelos: Tepoztlán, Tlayacapan y Yautepec. En el caso de los dos primeros, los trajes son más sobrios, el vestido es a uno o dos tonos, según las muestras exhibidas.
La aspirante a la gubernatura de Morelos, Margarita González, es la segunda en saludarla. Se abrazan y toman rumbo al escenario. Antes de este evento, Claudia Sheinbaum pasó a echar una "cascarita" con el gobernador Cuauhtémoc Blanco.
Al fondo se escucha la música tradicional de la danza de los chinelos. La tambora y los platillos hacen más ruido que los demás instrumentos musicales.
Se abren otras puertas que dan pie al evento en una pequeña explanada abierta. Poco más de tres mil personas ya están instaladas bajo una carpa. Hoy Claudia Sheinbaum viste una blusa guinda con un bordado de flores en el pecho. Su outfit también comprende un pantalón de mezclilla y unas botas negras de tacón bajo.
A los lejos, entre los cientos de asistentes, se ven unas plumas de colores. Son unos chinelos que van y vienen, parecen estar perdidos. La precandidata avanza en medio de una valla. Hoy tiene más compañía de la acostumbrada: el Presidente nacional de Morena, Mario Delgado; el vocero Gerardo Fernández Noroña y el coordinador de Enlace Territorial, Ricardo Monreal.
Adelante o atrás, acompañan su caminar de menos de 10 minutos. El trayecto, donde saludó a los asistentes y se tomó con ellos, fue corto. Sube el templete y saluda a los presentes. Margarita González la acompaña desde la primera filas porque ya concluyó su precampaña al Ejecutivo local. Las reglas electorales no le permiten estar en el presidium.
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Mario Delgado es el encargado de comenzar con los discursos. Tiene la responsabilidad de animar a los simpatizantes de la Cuarta Transformación.
"La unidad es lo fundamental, la división es traición, tenemos que estar unidos", advierte.
A las 10:57, aquellos chinelos perdidos, ya encontraron el rumbo. Suben al escenario. Pasan uno, dos, tres... hasta el número diez. Portan una indumentaria diversa, con figuras de animales o héroes nacionales. Los encargados de esta tradición apuntan que los trajes tienen un valor de alrededor de 75 mil pesos.
La decena se acomoda detrás de los integrantes del presidium. A Claudia Sheinbaum le toca a sus espaldas uno que trae en la figura frontal Emiliano Zapata, uno de los principales revolucionarios en la historia del país. "Tierra y libertad", fue la frase que distinguió al nacido en Anenecuilco.
Mario Delgado prosigue con su discurso. "La unidad es lo fundamental, la división es traición, debemos estar unidos", advierte el dirigente. Concluye.
Es el turno de Ricardo Monreal. Va y viene en el templete, de izquierda a derecha. Va tejiendo su discurso con cambios en el tono de voz. Se le marca una vena en el cuello. Se ruboriza.
Sus palabras contrastan. Halaga a Sheinbaum y a su vez la advierte que su trabajo no será mejor que el del presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Sólo no podrá superar a nuestro presidente López Obrador y a Lázaro Cárdenas, pero les pondrá la muestra a la mayoría de los hombres que ha gobernado el país", dice.
Desde las alturas, en el templete, Claudia Sheinbaum observa al público, mientras escucha. Encuentra a alguien entre los presentes y lo saluda agitando la mano.
Monreal acaba y es turno de la invitada especial. Comienza con un saludo para Yautepec. Aquí, en casi un mes, entre el 16 al 19 de febrero, se va a celebrar un nuevo Carnaval. Es una tradición que arrancó en 1880 y tiene como atractivo a los chinelos.
Sheinbaum pide que le suban el volumen a su micrófono. Se hace el ajuste y se nota la diferencia. Comienza con sus palabras.
Como normalmente, le apuesta a destacar el trabajo de la Cuarta Transformación, que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pregunta quién ve la mañanera y advierte que retomará su faceta de maestra. Cuestiona sobre los temas de los dos últimos días y retoma el acuerdo que dividió a PRI y PAN en Coahuila. Ante ello, la precandidata señala que ellos no tienen proyecto. En su casa, presume que ellos cuenta con el segundo piso de la Cuarta Transformación.
"Lo más importante es que así como el Presidente López Obrador, vamos a seguir representando lo más valioso que tiene nuestra nación: su pueblo", dice.
También recuerda lo que hizo Ernestina Godoy, quien emprendió una investigación contra el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, por el encubrimiento de un feminicidio en 2022. Hoy ha sido un discurso breve. Apenas 21 minutos, lejos de los 36 que tiene como récord.
"Qué viva México", remata. El público le aplaude. "Presidenta", se escucha en repetidas ocasiones en la explanada. El maestro de ceremonias llama a una foto grupal entre los integrantes del presidium. Los chinelos acompañan al grupo. Los platillos y la tambora suenan de fondo.
EDG
