La Compañía el Oso, empresa especialista de productos para el cuidado de los zapatos, “no enfrentó extorsiones por derecho de piso, ni al crimen organizado” aseguraron trabajadores de la empresa que acusan despidos injustificados, falta de pago y malos manejos de la directiva, quien al no paga la renta del lugar fue desalojada el pasado 17 de enero.
De acuerdo con exdirectivos de la empresa y trabajadores que prefieren el anonimato por temor a represalias, la empresa mexicana con más de 100 años de existencia, fundada por Prisciliano Pérez Buenrostro, era competitiva, con productos de alta calidad y contaba con un promedio de 300 empleados.
Sin embargo, el actual dueño de la pequeña empresa, Mario Alberto Pérez Lozano, nieto del fundador, ha dejado el manejo de la compañía a su esposa Leticia Gómez y a su hijastro Oscar Ríos, quienes —según los trabajadores— han realizado “malos manejos tanto económicos, maltrato a los trabajadores y decenas de despidos injustificados, al grado que actualmente de 300 empleados, hay un promedio de 40 o 50 trabajadores”.
Sobre el desalojo ocurrido el 17 de enero pasado, exponen los exdirectivos entrevistados, que la señora Leticia Gómez, no pagó la renta del terreno por cinco años en donde se ubica la fábrica.
Los trabajadores contradicen la versión de la empresa de ser víctimas del crimen organizado, por lo que piden a las autoridades laborales revisen a la empresa, para que pague a los trabajadores y proveedores a quienes les adeudan fuertes cantidades de dinero.
PAL
