Los programas gubernamentales para contener los efectos de la pandemia por COVID-19 y el aumento de la inflación permitieron contener 8 por ciento el incremento en precios de productos cárnicos, que antes de los programas había aumentado 13 por ciento, informó Ernesto Salazar, gerente de estudios económicos del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
“Con el apoyo bajaron los precios y se ha reflejado en un aumento de 4.9 por ciento en el consumo", refirió.
Cabe recordar, que en diciembre pasado se actualizó el periodo de vida de estos programas, de tal manera que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) continuará durante el primer semestre de 2024, por lo que el 24 productos de la canasta básica se mantendrán sin cambio.
En el caso del Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (APECIC), que permite la importación de diversos productos alimenticios, de higiene personal, entre otros, con exención temporal del pago de arancel, quedará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024 y para las empresas que tienen licencia universal se extiende hasta marzo de 2025.
Al respecto, Ernesto Hermosillo Seyffert, ex presidente de Comecarne, subrayó la importancia de tener programas que den certidumbre en el tiempo y que no sean coyunturales o por periodos, pues ello ocasiona distorsiones en el mercado, como el aumento en el precios de los productos a importar.
“Debemos tener políticas públicas de apertura, de fuentes alternas pero que nos den certidumbre, o sea, de repente sacamos algo a una fecha y al estarse acabando (el tiempo) los precios de donde importamos empiezas a subir porque saben que va a haber restricciones o que se va a terminar el periodo libre y es una de altas y bajas”, manifestó.
Por Verónica Reynold
EEZ