Cúpula

Visión renovada

Una exposición, organizada entre el Museo Franz Mayer y el Getty Research Institute, revisa el imaginario que Europa construyó de América durante tres siglos

Visión renovada
Foto: Franz Mayer

El recorrido abre con una advertencia: “Algunos materiales en esta exposición muestran escenas de extrema violencia y representaciones ofensivas de las poblaciones indígenas y negras. Se recomienda prudencia al espectador”. A continuación se exhiben más de 120 materiales, entre libros, grabados, dibujos, videos y murales, que muestran la estereotipada visión que durante tres siglos, del XVI al XIX, construyeron los europeos de los pueblos originarios de América.

“La representación de la gente local desde el siglo XVI tiene que ver con mostrar al indígena como salvaje, no civilizado, es normalmente de personas semidesnudas, que llevan plumas, que practican canibalismo, idolatría; en el caso de México los sacrificios están muy presentes, la adoración al diablo, bailes, todo este tipo de cosas”, dice Idurre Alonso, curadora de Reinventar América: construir, borrar, repetir, proyecto colaborativo del Museo Franz Mayer y el Getty Research Institute.

Impresos que “eran reproducibles y que fueron diseminados por todo el mundo”, elaborados por exploradores, grabadores y escritores como Carl Nebel, William Blake, Johann Moritz Rugendas, Pierre-Frédéric-Lehnert, André Thever, Antonio de Solís y Ribadeneyra o Hans Staden, forman parte de la exposición, que incluye comentarios artísticos contemporáneos del brasileño Denilson Baniwa y del Colectivo Cherani, de Michoacán, quienes confrontan la visión europea. 

El interés de la exposición, agrega Alonso, “era pensar cómo se generan estás ideas que son fantásticas, erróneas y crean estereotipos que llegan hasta nuestros días”. Pero no fue que la mirada europea sobre lo nuevo quedó estática: con el paso de los siglos fue mutando y pasó del exotismo a la homogeneización: “En el siglo XVII aparecen imágenes de indígenas en México, California, Patagonia, Brasil y todos se ven igual, no hay un deseo de mostrar las diferencias entre las regiones.

La mayoría de los grabadores que hicieron las imágenes jamás estuvieron en América, los referentes estéticos visuales que tienen son los de los personajes del Renacimiento”. Ya en el siglo XIX, ahora el interés es científico: “Ya se representan las diferencias entre comunidades, el problema es que entonces se trata a las personas como objetos de investigación”.

Para el Franz Mayer, la exposición ha sido una oportunidad. “Vimos un nuevo camino para revisar nuestras colecciones. Los museos tradicionales, que tenemos determinados archivos o colecciones coloniales, nos convertimos en museos que, al difundirlas sin tener los cuidados o el análisis crítico correcto, podemos ser tan colonialistas como los propios acervos”, dice la directora Giovana Jaspersen. Antes que una visión única, agrega, la intención es convertir el museo en una máquina de preguntas: “Llegar a estas colecciones y volver a preguntarles cosas es redimensionar y dislocar su función”.

Por Luis Carlos Sánchez

EEZ

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