Las etiquetas persiguen a Abdulrazak Gurnah (Zanzíbar, 1948), pero él lucha contra ellas. Puede que sea su origen, los temas que aborda su trabajo o el idioma que ha elegido para escribir, pero el Nobel de Literatura 2021 intenta todo el tiempo definir que no es un hombre extraño venido de tierras lejanas: “Las etiquetas no se pueden evitar porque creo que la gente quiere que las cosas sean sencillas, quieren reconocer a uno, pero las etiquetas no necesariamente le dicen cosas a uno, si alguien le dice que este es un escritor argentino, eso no dice nada de él”.
Gurnah ha tenido su primer encuentro público en México, a donde ha llegado para cumplir una apretada agenda que concluirá en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Los temas que habría de abordar su escritura se perfilaban cuando salió de Tanzania, en la costa este de África Central, y se exilió en Londres, donde enfrentó un racismo cruel: el desplazamiento, los colonialismos, la segregación.
“África es un continente enorme, así que hablar del continente africano es complicado, norte, este, oeste, el sur, son muy diferentes, aunque comparten ciertas experiencias por ejemplo el colonialismo, experiencias de ser esclavos o transportados, pero esto no es necesariamente cierto en todas partes, ¿cuando hablamos de literatura africana estamos hablando de Etiopía, Nigeria, Marruecos, Sudáfrica?, todos tienen sus puntos específicos y su desarrollo histórico”, vuelve a atajar las definiciones que engloban.
En su obra, el escritor ha querido plantarle cara al colonialismo europeo. Un ejemplo es su novela “El desertor” (Salamandra), que se detiene en dos momentos: 1899, “un año antes del siglo XX, el momento de más colonialismo europeo en África y al que seguirá el declive”; y 1950, cuando, dice, comienza a gestarse un movimiento de descolonización europea.
Y no es que los puntos históricos simplemente desaparezcan, “que ya podamos decir que no hay esclavismo: las condiciones siguen hoy día, tal vez hay gente que viaja de África a Europa, a Norteamérica, a varias partes, tal vez sea posible que ellos puedan tener relaciones entre diferentes grupos sociales y raciales, pero el racismo todavía es un tema en esos lugares: de dónde vienen, qué significa que una persona es diferente y los problemas de misoginia, patriarcado, esclavitud”. Pero alguna claridad hay para Gurnah: “A veces entender el pasado aclara la situación del presente”
Nacido hablante del suajili, el tanzano decidió escribir su obra en inglés: “Escribo sin ninguna obligación, yo decidí escribir y también puedo decidir escribir en este idioma, la relación de un autor con la lengua no es porque uno creció aquí y nace en cierto lugar”. En todo caso, piensa, otra vez alejándose del estereotipo, la literatura habrá de declarar más por lo que describe, que por el idioma en el que está escrita.
“Tengo mucho optimismo acerca de la literatura de África, en particular de mujeres, hay tantas buenas escritoras mujeres jóvenes y creo que hay más lectores y eso creo que forma parte de la manera cómo se van desarrollando las sociedades, hay más dinero, se pueden comprar libros, por el momento hay que decidir, compro un libro o mando a mi hijo a la escuela, pero para que la literatura sea realmente viable hay que tener un público que lee por placer no solo porque le obligan en la escuela”, opina.}
- -El novelista escribe en lengua inglesa y reside en el Reino Unido desde su adolescencia.
- -Comenzó a escribir a los 21 años en el exilio inglés; su primer idioma es el suajili.
- -El jueves mantendrá un encuentro con sus lectores en la Biblioteca Vasconcelos.
PAL