El 7 de octubre, comandos radicales de Hamas se infiltraron en el sur de Israel, desde la Franja de Gaza, y perpetraron una masacre en localidades fronterizas y en un festival de música. Israel respondió con una ola de bombardeos y una incursión terrestre para eliminar al grupo yihadista palestino.
El ataque Hamas –sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948– dejó unas 1,400 personas muertas, en su mayoría civiles. También, secuestraron a unas 240 personas, entre ellas decenas de niños y ancianos, que fueron llevados a Gaza, más de 50 ya han sido liberados, después de 50 días de cautiverio a cambio Israel dejó en libertad a más de 150de presos palestinos.
Determinado a "aniquilar" a Hamas, una organización considerada como "terrorista" por Israel, EU y la Unión Europea, el 27 de octubre, las tropas judías inician una operación terrestre en el norte de la Franja. En las primera siete semanas se reportaron unos 15 mil muertos palestinos, muchos civiles.
La intensidad de los ataques y la amplitud de la destrucción provocaron críticas e inquietud internacional por la población civil gazatí, privada de agua, electricidad, comida y medicamentos debido al asedio total impuesto por Israel.
Más de dos tercios de los 2.4 millones de habitantes están desplazados, de acuerdo con la ONU. La ayuda humanitaria fue posible con la entrada en vigor, el 24 de noviembre, de una tregua de 7 días. En el mundo también aumentó el sentimiento antisemita.
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