Los peleadores mexicanos Isaac Cruz y William Zepeda pueden ser los beneficiados con la renuncia, al campeonato indiscutido de peso ligero, del campeón estadounidense Devin Haney.
El invicto de California está programado para regresar al cuadrilátero el 9 de diciembre, en San Francisco, ante su compatriota Regis Prograis.
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Este duelo tendrá por recompensa la corona superligera que avala el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que por el momento está en manos de Prograis. Sin embargo, Haney demostró seguridad en sus habilidades para imponerse e hizo oficial el deseo de dejar vacantes las cuatro coronas que unificó en la división inmediata inferior.
Ese movimiento deja el camino libre a los altos clasificados tricolores para poder disputar alguna de las coronas, que ahora ya no tienen dueño y aunque en el mix se encuentran nombres como el de las figuras Gervonta Davis y Shakur Stevenson, las opciones de los nacionales aumentaron.
El capitalino Isaac Cruz (25-2-1, con 17 KOs) es uno de los grandes favoritos, ya que se encuentra clasificado en los cuatro organismos rectores. El CMB y la Asociación Mundial de Boxeo lo tienen en la segunda posición; mientras que la Organización Mundial de Boxeo, lo tiene en tercer escalafón, y la Federación Internacional de Boxeo, en el cuatro.
Por su parte, El Camarón de San Mateo Atenco (29-0, 25 KOs) está segundo en las clasificaciones del CMB y AMB.
Haney, quien inició su carrera como boxeador profesional en el billar del Perro Salado en Tijuana, se convirtió en monarca mundial en la división de los ligeros en noviembre del 2019 y no se detuvo hasta que unificó la categoría completa, sumando a su lista el nombre de excampeones de la talla de Yuriorkis Gamboa, Jorge Linares, Joseph Díaz, George Kambosos y Vasyl Lomachenko. Ahora, ante Rougarou, busca iniciar el camino para dominar las 135 libras.