CANCÚN. El lugar asemeja la plaza central de un poblado, tiene un restaurante, cantina y una panadería, con una calle que lleva a la arena diseñada para funciones de lucha libre, es Luchatitlán, que luego de una inversión de 200 millones de pesos abrió sus puertas dentro de la plaza comercial La Isla, en Cancún, Quintana Roo.
“Se busca darle un atractivo turístico más a Cancún, lugar al que llegan unos 500 mil paseantes a la semana”, señaló Gonzalo Rovina, director general de Fibra Uno (FUNO), empresa que junto con sus socios Ventura Entertainment y la Triple A operan el lugar.
La arena tiene espacio para 600 personas y entre ellas una zona de palcos, en donde al espectador se le ofrece un buffet mexicano servido a la mesa, con bebidas no alcohólicas ilimitadas, para ver las peleas de los luchadores profesionales afiliados a la Triple A, en una función que dura 90 minutos.
Los precios, que varían para turistas extranjeros, nacionales y locales, van de 500 a dos mil 500 pesos.
“Tratamos de cubrir un horario de entretenimiento familiar nocturno, algo que creemos faltaba en Cancún”, comentó Guido Benassini, director general de Ventura Entertainment, empresa que espera un retorno de inversión de dos años, pero que a un par de semanas de que entró en operación ya registra una ocupación promedio de 75 por ciento de los asientos por día.
Rovina destacó que la actividad en inmuebles comerciales va en ascenso por la mayor actividad social luego de la pandemia. En el reporte al primer trimestre de FUNO registró 90 por ciento de ocupación en sus instalaciones dedicadas a este segmento.
“Idealmente en un centro comercial debe haber entre 35 y 40 por ciento de entretenimiento, bebidas y alimentos, hace 15 años eso representaba 7 por ciento, hay que innovarse e irse adaptado”, puntualizó.
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