Aunque en un principio pareciera que es algo ajeno a nuestro día a día, el robo de identidad es un tema que no se puede tomar a la ligera. Todos los días debemos estar alerta, ya que en cualquier momento podemos ser víctimas de este ilícito.
Este delito es una práctica en la que un tercero roba nuestros datos y comete actividades indebidas con nuestros datos personales sin autorización, explicó en entrevista con El Heraldo Media Group, Ricardo Arenas, jefe de comunicación de Yotepresto.com.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explicó en un artículo que la información hurtada puede ser cualquier dato que permita identificar a una persona como:
- Nombre
- Teléfono
- Domicilio
- Fotografías
- Datos biométricos como huellas dactilares, el iris o la voz
- Números de licencia y de seguridad social
- Información financiera o médica
- Credenciales de identificación
A su vez, esta forma de delincuencia ha ido creciendo en los últimos años. Según la Condusef, en 2021 registró 24,215 reclamaciones por fraude, lo que representó un 52 por ciento más que en el año anterior.
Modus operandi
El organismo de protección de los usuarios indicó que generalmente los delincuentes se hacen pasar por tu banco y te solicitan tus datos por llamada telefónica, mensaje de texto, correo e incluso redes sociales.
Pueden acercarse con el anuncio de que te hiciste acreedor a un premio o beneficio, o bien que quieren validar una operación que supuestamente realizaste. Es en esos momentos cuando te solicitan tus datos personales.
La dependencia explica que en muchos casos el ladrón de identidad utiliza la información ilegalmente adquirida para contratar productos y servicios financieros, y así transferir recursos de las cuentas a nombre de la víctima a un tercero, o también para hacer compras.
Las nuevas tecnologías, ¿un arma de doble filo?
Arenas señaló que las nuevas tecnologías pueden llegar a ser un arma de dos filos que podría abonar al robo de identidad. Sin embargo, explicó que la debilidad se encuentra del lado de los usuarios.
Expuso que las razones son porque estos no están preparados para utilizar de manera correcta las herramientas tecnológicas, ya sea por ignorancia del funcionamiento o por miedo. “De alguna manera el eslabón se rompe desde el punto más débil que, desgraciadamente, casi siempre es el usuario”, detalló.
“Teniendo una adecuada cultura financiera y tecnológica, este tipo de accesos por medio de datos biométricos, la autenticación en dos pasos y todo ese tipo de modalidades creo que son positivos”, agregó.
Esto fue compartido por Ilse Annet Castillo, project manager de GeoVictoria. En entrevista con El Heraldo Media Group, indicó que más que un riesgo, depende mucho de cómo se utilice esa información.
“No descartamos esa opción de que puedan haber malos manejos, pero realmente creo que es más seguro. La tecnología es un nivel de seguridad más alto de lo que teníamos anteriormente”, mencionó.
La experta celebró que la tecnología biométrica haya avanzado y, lo que parecía ser un sueño de las películas de ciencia ficción, hoy sea una realidad. Apuntó que a partir de la pandemia de Covid-19, donde tuvimos que restringir el contacto con otras personas, esta forma de seguridad ganó terreno.
“Se proyecta que pueda ser una de las tecnologías de más uso en el día a día de las empresas y nos sirve para muchas cosas. Ya vive con nosotros y lo podemos ver desde el dispositivo más sencillo que tenemos a la mano: nuestro teléfono celular”, subrayó.
Recordó que, además de desbloquear nuestro móvil, los datos biométricos sirven para autentificar a las personas para trámites gubernamentales como sacar nuestra credencial de elector o la firma electrónica del SAT.
¿Las leyes nos protegen?
Para Ricardo Arenas, el tema del robo de identidad es un problema que se tiene que abordar desde muchísimas verticales. Una de ellas, acotó, es la legislación, pues el marco legal debe emparejarse al desarrollo tecnológico.
No obstante, precisó que también debe ser atendida la problemática desde las empresas. “Lo más cómodo es echarle la responsabilidad a las autoridades, pero también es chamba de los particulares”, destacó.
Castillo aunque coincidió con el especialista, recordó que hay autoridades que nos protegen como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
¿Y cómo nos protegemos?
Ante esta situación, el ejecutivo de Yotepresto.com dio tres recomendaciones para prevenir el robo de identidad.
- Monitoreo regular de la información crediticia: Recomendó que cada tres o seis meses revisar la información del Buró de Crédito para cotejar que no exista algún movimiento extraño o alguna apertura de alguna cuenta que no reconozcas.
- Uso cuidadoso de las identificaciones: Lamentó que se haya generalizado el uso de la credencial de elector para todo tipo de trámites, en vez, por ejemplo, de la licencia de conducir, que tiene menos datos personales.
- Realizar una navegación segura en internet: Aconsejó visitar sitios que estén debidamente protegidos por protocolos de seguridad cibernética y que garanticen que el uso de nuestros datos va a ser adecuado.
También añadió que, en caso de haber sido víctimas, lo primero que hay que hacer es identificar cuál fue el origen del problema o fuga de información. De esta manera, cerrar la puerta a que siga ocurriendo.
Después, llamó a hacer la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes. Explicó que esto nos ayudará a deslindarnos de los actos ilícitos que comentan los delincuentes a nuestro nombre. “Es una manera de protegernos”, aseguró.
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