Con las restricciones a la movilidad que generó la pandemia, muchos mexicanos se dieron el tiempo para darle una manita de gato a su casa, renovar muebles, ver series o películas, jugar videojuegos o hacer ejercicio, lo que se reflejó en un aumento de precios inusual e histórico de los bienes y servicios relacionados con estas actividades.
En marzo, los productos para reparación de menor nivel de la vivienda se encarecieron 9.5 por ciento, mientras que las plantas y flores, 6.7 por ciento, el mayor incremento en registro (agosto 2019) en ambos rubros. En el caso de los muebles, el precio se incrementó 10.53 por ciento, una cifra no vista desde 2000, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Creemos que los movimientos inusuales son claramente temporales y asociados al COVID-19 (…) Es un patrón de consumo ligado al hecho de que las familias están pasando más tiempo en su casa y es algo que probablemente se va a revertir una vez que la pandemia termine”, dijo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
La inflación anual de los televisores y computadoras fue de 9.7 y 3.09 por ciento en marzo, respectivamente, mientras que la de los reproductores de video de hasta 12.2 por ciento en el primer trimestre. En los tres casos son las mayores tasas desde 2003 que hay datos disponibles.
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Algo similar pasó con el servicio de internet, cuyos precios registran aumentos superiores a 6 por ciento desde octubre.
“La demanda de artículos y servicios tecnológicos aumentó con la pandemia, no solo por esparcimiento, también por el home office y las clases a distancia, lo que generó presiones en precios”, señaló Héctor Magaña, analista del Tec de Monterrey.
Otros incrementos importantes fueron instrumentos musicales (7.8 por ciento); juegos de mesa (4.67 por ciento); artículos deportivos (4.16 por ciento), y juegos electrónicos, consolas, cartuchos y discos para videojuegos (3.23 por ciento).
Por Fernando Franco
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