El Banco de México (Banxico) puso en circulación las monedas conmemorativas del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana. De esta colección se desprende la pieza con la imagen de Guadalupe Victoria, la cual ahora se oferta en sitios de venta por internet en más de cuatro mil pesos.
La serie para celebrar la Independencia y la Revolución tiene en total 37 monedas de la colección, las cuales fueron puestas en circulación en tres fases: la primera en 2008, la segunda en 2009 y por último una en 2010.
Las acuñadas en 2010 están protagonizadas por los personajes históricos de Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, Ignacio Allende, Guadalupe Victoria y Josefa Ortiz de Domínguez.
Los expertos en numismática están interesados en algunas de estas piezas, pues hay muy pocas en circulación y perteneces a una colección.
Moneda conmemorativa de la Independencia
Hay que recordar que se consideran como piezas raras aquellas monedas que tienen algunos errores de acuñación, o bien, fueron dadas de baja en su producción, por lo cual, hay pocas piezas que hoy son muy cotizadas en los mercados de coleccionistas.
Esta moneda conmemorativa del inicio de la Independencia de México con la imagen de Guadalupe Victoria se vende en sitios de internet como Mercado Libre hasta en cuatro mil 500 pesos mexicanos.
¿Quién fue Guadalupe Victoria?
Guadalupe Victoria fue uno de los pocos caudillos que contribuyó a la Revolución de Independencia de México y, más tarde, a la construcción del nuevo orden conforme a principios republicanos, liberales y federalistas, es decir, las ideas más avanzadas de la época.
Miguel Fernández Félix, nombre verdadero de Guadalupe Victoria, se sumó a las fuerzas insurgentes de Morelos en las que se distinguió como militar. Más tarde, Victoria dominó el camino a Veracruz e hizo del Puente del Rey su centro de operaciones; el tránsito por aquel camino, principal del Virreinato, era constantemente amenazado por las partidas guerrilleras del jefe insurgente que fueron severamente perseguidas por los militares realistas.
Victoria, pese a su aislamiento y aparente derrota, rechazó una y otra vez la amnistía realista y no fue sino hasta la firma del Plan de Iguala cuando reapareció públicamente en el escenario político de México.