Los planes de pensiones son un producto que está destinado específicamente para la jubilación y que no resulta ventajoso para todos los perfiles de ahorrador.
En la actualidad, el mercado ofrece diferentes mecanismos para incrementar el ahorro a largo plazo, que han de ser utilizados en función de las necesidades y objetivos financieros de cada ahorrador. Por ello, no siempre el mejor producto para tener una renta adicional durante la jubilación es un plan de pensiones, ya que estos cuentan con ciertas limitantes.
Una de las características principales de los planes de pensiones es su falta de liquidez, ya que no permiten rescatar el dinero antes de tiempo, pues están pensados para la jubilación.
En concreto, el rescate sólo se permite una vez se haya llegado a la jubilación o en determinados supuestos como invalidez laboral, enfermedad grave o paro laboral, por ejemplo.
Te podría interesar
Fondos de inversión, una de las alternativas similares
Una de las alternativas más claras a los planes de pensiones son los fondos de inversión, que obtienen en los últimos 10 años una rentabilidad media de entre el 11,25 por ciento. Aunque se trata de productos totalmente diferentes, funcionan de una forma similar, ya que invierten en una cartera de activos con mayor o menor riesgo y pueden ser contratados por cualquier perfil de inversión en función de sus objetivos.
Otros productos para ahorros a largo plazo
Junto con los fondos de inversión los ahorradores tienen a su disposición otros productos para generar rentas antes y durante la jubilación. Una de las alternativas es la inversión en bolsa, aunque se trata de una opción para perfiles arriesgados y con cierto conocimiento financiero, ya que se invierte directamente en empresas que cotizan en los mercados.
Fuera de las gestoras y brokers de bolsa, otras de las opciones para generar rentas de cara a la jubilación residen en el sector asegurador. Uno de ellos son los Planes Individuales de Ahorro Sistemático, que son seguros de vida, ahorro que permite realizar aportaciones periódicas, asegurando el capital y con cierto rendimiento anual.
Una de sus ventajas es que el dinero queda garantizado. Además, permite rescatar el los ahorro en cualquier momento y si se hace como renta vitalicia se evitan pagar prácticamente la totalidad de los impuestos por las ganancias.