México es el último lugar de un listado de 10 naciones en materia de autosuficiencia de gasolina, porque la producción nacional solamente abastece 23 por ciento de la demanda, lo que nos hace la nación más dependiente de las importaciones, que cuestan en promedio 15 mil millones de dólares al año, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener) y del World Energy Council
Con un total de seis refinerías, la elaboración de gasolinas en el país alcanza sólo para cubrir a dos de cada 10 litros que se consumen, mientras que naciones como Colombia, que tiene cinco refinerías, cubre 87 por ciento de su demanda interna.
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Francia, país con sólo ocho refinerías, atiende a nueve de cada 10 litros que sus ciudadanos compran.
Esta situación se debe en parte al abandono que por varios años se observó al sistema nacional de refinación, pues se dejó de realizar el mantenimiento preventivo de los equipos, provocando que la infraestructura se dañara y afectara la eficiencia para la producción de gasolina. Bajo este escenario, la Sener justifica la construcción de una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.
“No necesitamos una nueva refinería, cuando importamos 80 por ciento del producto. Va a ser una obra faraónica, altos costos y al final del día no vamos a tener el nivel de suficiencia energética que se requiere”, dijo Marcial Díaz, presidente de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE).
“El nuevo complejo de refinación no va a compensar nuestro déficit de gasolinas, su producción va a ser marginal. Es un proyecto que no es financieramente viable, ni rentable y mucho menos productivo”, añadió Hernán Salinas, secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.
Por Adrián Arias