ELECCIONES ESTADOS UNIDOS 2020

Participación histórica anticipada sorprende en Estados Unidos

El voto, un generador de cambios que es percibido como un rechazo al actual estado que vive la política divisiva en el país vecino

ECONOMÍA

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UN RÉCORD. Ayer se reportaron largas filas para poder participar. En Nevada faltaba poco para el cierre y cientos aún esperaban. Foto: Archivo/ AP

Querido vecino, si está confundido acerca de lo que ve en los programas de noticias sobre las elecciones de 2020, no se alarme. Este año es como ningún otro en la historia de la democracia estadounidense.

Si cree que nuestro país está dividido irremediablemente en la superficie, es cierto. Estamos divididos. Hay mucha ira, miedo, odio y ansiedad presentes en nuestro país ahora. Pero si la participación temprana de los votantes es una indicación de lo que está sucediendo, los estadounidenses creemos en el poder del voto para generar cambios.

Después de semanas de votaciones anticipadas y por correo, más de 100 millones de estadounidenses emitieron sus sufragios previo a la jornada electoral de ayer, una cifra histórica que cambió las expectativas sobre qué estados son importantes para decidir la contienda. La participación también es histórica, ya que la votación se llevó a cabo en medio de una pandemia, lo que creó aún más desafíos para los votantes.

La enorme cantidad de ciudadanos que votaron ha sorprendido. La participación previa al 3 de noviembre equivale a más de 70 por ciento de todos los que participaron en 2016, por lo que la mayoría de los votos se habrían emitido antes del día de las elecciones.

Esta participación récord refleja la fuerza de nuestra nación para superar el actual estado de caos en la política de EU. Los estadounidenses reconocen que las democracias no resuelven las diferencias al tomar las armas o al intentar secuestrar a los funcionarios electos.

Usamos la papeleta para expresar nuestro descontento. Que tanta gente —latinos, negros, asiático-americanos y blancos— reconozcan que a pesar de las deficiencias en nuestro país hay esperanza en un futuro democrático, es el mensaje que los estadounidenses llevamos con nosotros a la votación.

Vivimos en uno de los entornos políticos más tóxicos de la historia moderna de EU y ha impactado profundamente a la relación bilateral. En los últimos cuatro años, podríamos haber estado trabajando en soluciones para la migración, seguridad fronteriza, desarrollo económico, hambre, resiliencia de la cadena de suministro, alivio de desastres, la respuesta a una pandemia y la adaptación al cambio climático.

En cambio, la política divisiva y el vacío de liderazgo nos han llevado a ser vecinos menos constructivos. Observar el proceso electoral desde otro país siempre es un desafío. ¿Qué deberías creer? ¿Cuál es la verdad? Permítanos asegurarle una tendencia importante.

Las imágenes que ven en las noticias no pueden comenzar a expresar el profundo compromiso que tienen sus vecinos del norte para continuar con nuestro experimento democrático, ahora en su año 244. 

SIN MIEDO. Pese al riesgo por COVID-19, adultos mayores sufragaron. Foto: Archivo/ EFE

Si bien las acciones de nuestro gobierno han desconcertado al mundo, a menudo han ofendido a nuestros amigos y aliados, y han provocado una disminución de la admiración pública por nuestra nación, tenga la seguridad de que, sin importar quién gane la Casa Blanca, los estadounidenses entienden que EU y México deben ser buenos vecinos y amigos.

No puede ser de otra manera. 40 millones de ciudadanos estadounidenses tienen raíces en México. Dependemos unos de otros. Y nuestro futuro también depende de un compromiso para garantizar que el respeto sea la base de nuestra relación en el futuro. 

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POR JOHANNA MENDELSON FORMAN Y DEVRY BOUGHNER VORWERK
Miembro distinguido del Stimson Center y profesora adjunta en la Escuela de Servicio Internacional de la American University
Y CEO de DevryBV Sustainable Strategies y miembro de la junta de la Fundación México-Estados Unidos, respectivamente.