La mayoría de los cinco integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México consideró que la reactivación de la actividad económica va a ser “difícil, prolongada” y sujeta a procesos de incertidumbre, principalmente por los efectos de la pandemia.
Según la minuta número 79, uno de los integrantes del banco central señaló que el ingreso de los mexicanos o Producto Interno Bruto (PIB) per cápita va a tardar hasta una década en regresar a los niveles de 2018, mientras que la actividad económica en su conjunto, entre dos y seis años.
Difícil entorno a la inversión privada
El Banco de México, al mando de Alejandro Díaz de León, reconoció que hay un entorno poco propicio para la inversión privada, la cual es necesaria para un mayor crecimiento.
“Los plantones continuos; las tomas de infraestructura ferroviaria y de casetas de peaje; el resurgimiento del robo de combustible y el aumento en la inseguridad desalientan la inversión privada”, destacó uno de sus miembros.
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Entre los riesgos para la economía que ve Banxico están un rebrote de COVID-19, así como problemas de solvencia en hogares y empresas afectadas por la pandemia y Pemex.
También ve en las finanzas públicas otro factor de riesgo, por lo que destacó la necesidad de fortalecer de forma permanente los ingresos y reorientar el gasto.
Política de austeridad
Sobre el paquete económico 2021 que la Secretaría de Hacienda presentó al Congreso, algunos integrantes expusieron que los supuestos en los que descansa podrían no materializarse, destacando los relacionados con la evolución de la producción de petróleo y la actividad económica.
Agregaron que representa una continuación de la política de los dos años previos, con énfasis en un manejo austero del gasto y en una orientación de éste hacia programas prioritarios de la administración.
Por Fernando Franco