Durante el mes, la cartera vigente de financiamiento otorgada ascendió a 4.77 billones de pesos, lo que representó una caída real anual de 1.6 por ciento. Un mes antes retrocedió 1.4 por ciento.
El rubro más afectado es el consumo, cuyo crédito arrojó una contracción de 10 por ciento.
“Es reflejo de la situación actual por la cual atraviesa la economía, particularmente la pérdida de empleos, los menores ingresos familiares y también un consumidor y banca más cautos para pedir y prestar”, señaló Héctor Magaña, analista del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
Al interior del consumo, el crédito vía plásticos bancarios bajó 11.6 por ciento, mientras que los préstamos personales y de nómina cayeron 19 y 5.3 por ciento, respectivamente.
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El crédito automotriz también ya se enfrió, pues registró un retroceso de 3.1 por ciento en el mes.
Banxico, encabezado por Alejandro Díaz de León, informó que el financiamiento a las empresas y las personas físicas con actividad empresarial se estancó, al mostrar un avance anual de cero por ciento.
Se han tomado riesgos, pero con cautela
Hace unos días, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, criticó que la banca no prestara ni tomara los riesgos necesarios de su negocio, justo cuando las empresas requerían más liquidez.
Un día después, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, respondió al funcionario que sí prestan, pero con la cautela que la crisis requiere.
El banco central señaló que, en contraste, el crédito hipotecario aún muestra dinamismo, con un incremento de 4.6 por ciento en septiembre.
Por Fernando Franco