El presidente Donald Trump recibió en la Casa Blanca a Los Ángeles Dodgers, campeones de la Serie Mundial, para felicitarlos por su victoria en la temporada pasada. En una ceremonia marcada por la política y el reconocimiento a los logros deportivos, Trump destacó a jugadores clave del equipo y evitó presentar a ciertos senadores demócratas.
El evento tuvo lugar el lunes en medio de un día agitado en la bolsa de valores, influenciado por la reafirmación de los aranceles por parte de Trump. Durante la ceremonia, el presidente elogió el desempeño de Shohei Ohtani, quien se convirtió en el primer jugador en lograr 50 jonrones y 50 bases robadas en una temporada. También destacó al lanzador japonés Yoshi Yamamoto y al MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Tommy Edman.
Uno de los momentos más comentados fue el reconocimiento a Mookie Betts, a quien Trump felicitó por su juego, lanzando una indirecta a los Medias Rojas de Boston por haberlo transferido a los Dodgers. Betts, de 32 años, es el único jugador afroamericano en el equipo que regresó de la plantilla campeona de la Serie Mundial pasada.
Su presencia en la Casa Blanca fue significativa, ya que en 2019 decidió no asistir cuando los Medias Rojas fueron invitados por Trump tras ganar el campeonato de 2018. En 2021, en cambio, sí acudió a la celebración de los Dodgers con el presidente Joe Biden.
Betts explicó que su decisión de asistir esta vez no tenía una connotación política, sino que era un gesto de unidad con su equipo.
Visita sin tintes políticos
“Nadie más en este vestuario tiene que tomar una decisión como esta excepto yo. Eso es lo que lo hace difícil. Pero es lo que es. No estoy tratando de hacer esto político de ninguna manera. Solo quiero estar allí con ellos”, comentó el fin de semana previo al evento.
El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, calificó la invitación como un gran honor para cualquier equipo campeón. También indicó que no hubo una conversación formal sobre la asistencia al evento, dejando la decisión en manos de cada jugador.
El acto en la Casa Blanca coincidió con la reciente restauración de una página web del Departamento de Defensa sobre el servicio militar de Jackie Robinson, histórico jugador de los Dodgers y figura clave en los derechos civiles.
Dicha página había sido eliminada junto con otras que honraban a veteranos afroamericanos y japonés-estadounidenses, lo que el Pentágono calificó como un error. Sin embargo, el gobierno de Trump ha sido crítico con iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), lo que generó controversia en torno a la eliminación de estos contenidos.
Trump confía en los Dodgers
Durante la ceremonia, Trump mencionó brevemente a George Steinbrenner, el expropietario de los New York Yankees, a quien describió como un amigo. También se dirigieron a los asistentes el copropietario de los Dodgers, Mark Walter, y el lanzador Clayton Kershaw, quien entregó al presidente una camiseta del equipo con el número 47 en la espalda.
El presidente expresó su esperanza de que los Dodgers repitan su éxito esta temporada y vuelvan a la Casa Blanca en 2026. “Después de ver el éxito con el que han comenzado la temporada, puedo decirles que pueden planear regresar aquí”, afirmó Trump, refiriéndose al buen inicio del equipo con un récord de 9-2 antes de su partido en Washington.
Los Dodgers no fueron el primer equipo en visitar la Casa Blanca durante el segundo mandato de Trump. En febrero, los Florida Panthers, campeones de la Copa Stanley de la NHL, fueron honrados en una ceremonia en la Sala Este. Además, se anunció que los campeones del Super Bowl, los Philadelphia Eagles, visitarán la Casa Blanca el 28 de abril.
