Las Chivas son uno de los equipos del futbol mexicano que más afición e historia tienen, por lo que jugar en este tipo de equipos conlleva no solo una responsabilidad enorme, sino que también genera presión que no cualquier jugador puede llevar en su vida diaria, por lo que ser ídolo de las Chivas es difícil.
Y ese fue el caso de Erick Torres, más conocido como el “Cubo” quien en su momento puso a soñar a los aficionados de las Chivas con un delantero que podía igualar a Omar Bravo y a Javier Hernández, quienes eran los ídolos máximos de Chivas en ese momento de la Liga MX.
Sin embargo; el futuro del mexicano terminó como el de muchos jugadores mexicanos, que tras la presión y no tomar las decisiones correctas se perdió de la manera más triste posible, pues su futbol no dio lo que se esperaba de él y terminó en el olvido de los aficionados.
Y aun cuando vistió la camisa a de la selección y hacía goles por todos lados en otras ligas, el Cubo Torres no pudo alcanzar el futuro brillante que se esperaba y la ficción chiva lo tundió hasta más no poder, lo que sentenció al jugador a tener que salir de la Liga MX para encontrarse.
¿Qué pasó con Erick “Cubo” Torres?
Entre los años 2012 y 2015 el Cubo Torres era uno de los jugadores jóvenes de Chivas que ponían a soñar a todo México; sin embargo, la gran presión que vivió no lo dejó despegar de la mejor manera, por lo que tuvo que salir a la MLS para encontrarse, ahí en el extinto Chivas USA se dio su mejor versión.
Volvió a Chivas para una segunda oportunidad y siguió el mismo resultado, volvió a la MLS para jugar con el Houston Dynamo donde metía goles hasta con los ojos cerrados, también pasó por el Galaxy y en la Liga MX pudo volver a dar chispazos en el Cruz Azul y los Pumas un tiempo.
En 2023 paso a no tener equipo tras bajo rendimiento por lo que estuvo varios meses parado hasta que el equipo de Las Vegas lo fichó para la MLS, para julio del año pasado pasó al Guanacasteca donde tuvo un problema de dopaje y finalmente llegó a Herediano donde no ha podido jugar tras ser inhabilitado por el resultado positivo en el que se vio involucrado.
El problema fue que tras no poder jugar el mexicano tuvo que vivir de otra cosa, por lo que tuvo que invertir su dinero, pues fue suspendido cuatro años, para luego reducirse a dos, sin poder jugar al futbol mientras se resuelve su caso, a´sí que se decidió poner un negocio donde era repartidor de comida.
Así fue como en Houston se puso a repartir pedidos de comida texana y mexicana, ya que obviamente al estar inhabilitado sus problemas económicos comenzar a existir, por lo que él y su esposa así como con la ayuda de su suegro pudieron tener una solvencia económica en Costa Rica a la espera de que se resuelve todo y el mexicano pueda volver a las canchas.
“Gracias a Dios, hace cuatro fines de semana se ha vendido bien y eso me ayuda a pagar los recibos. Tenemos vecinos que nos han apoyado, hacen pedidos y yo voy y reparto. He hecho entre 80 mil a 120 mil colones (moneda de Costa Rica) por semana”, le dijo a ESPN en una entrevista.
Ahora el jugador tras una ardua pelea legal, por haber consumido Clostebol un medicamento para una uña enterrada y que se derivara en una sanción de dos años por presunto dopaje, está a la espera de poder jugar en mayo de 2025 porque la sanción ha sido rebajada a 16 meses y no dos años como se tenía previsto.
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