Solo un puñado de futbolistas logra lo que podría describirse mejor como relevancia cultural dominante. Ese tipo de fama que traspasa generaciones para convertirse en pasado, presente y futuro de un club.
Sin la necesidad de estar en el Estadio Akron, Cuauhtémoc Blanco -hoy gobernador de Morelos- volvió aparecer en el Clásico del Futbol Mexicano cuando Henry Martín festejó el primero de dos goles con el que las Águilas de América se adueñaron del resultado y del momento.
Haciendo la señal que inmortalizó Cuauhtémoc, Martín celebró el gol con el que se abrió el marcador antes de que el árbitro pitara la primera mitad. El yucateco remató de cabeza para vencer al portero Raúl Gudiño.
Con la misma identidad y temperamento que tuvo Blanco cuando marcó época, el América jugó el Clásico Nacional dominando a un conjunto del Guadalajara que fue más ofensivo en las conferencias de prensa que en el propio partido.
Te podría interesar
Poco o mejor dicho nada de personalidad de las Chivas que en su casa y su gente se vieron como un equipo que se junta los domingos para jugar cualquier partido de futbol. Los errores en defensiva permitieron la segunda anotación del América cuando Henry volvió a rematar dentro del área al minuto 74.
La faena de las Águilas que incluyó oles por parte de la propia afición de Chivas. El juvenil Francisco Córdova metió el tercer gol de los cremas en un remate dentro del área.
Para el argentino Santiago Solari, técnico del América, el partido representó no solo la oportunidad de mantener a su club dentro de los punteros del Clausura, sino además agregar un clásico a una extensa lista de los que ha vivido a lo largo de su carrera, incluyendo el choque del Real Madrid y el Barcelona.
América monopolizó la posesión de la pelota en todo momento.
Solari, extécnico del conjunto merengue, vive su primer torneo en suelo azteca y luego de 10 fechas no ha quedado a deber en cuanto a las expectativas creadas a su llegada, al frente de unas Águilas en el segundo puesto de la clasificación con 25 puntos, sólo superadas por el líder Cruz Azul.
Las Águilas del América reconocerán el sentimiento de victoria por lo menos seis meses más con la satisfacción evanescente de una batalla ganada ante el rival más despreciado.
AV