Entrevista exclusiva

Propone artista cuidar la Tierra por amor

Demostrar el amor a las nuevas generaciones a través del cuidado de los recursos del planeta es una de las propuestas de la artista y activista ecológica Rocío Hoffmann

Propone artista cuidar la Tierra por amor
La pintora busca crear conciencia ecológica a través de su arte. Foto: José Arrieta

Dicen que a las palabras se las lleva el viento y eso sucede también con las de amor. Pero la artista y ambientalista mexicana Rocío Hoffmann, quien durante años se ha esmerado por llevar su mensaje de protección al planeta allí donde va, propone ser mucho más concreta.

“La gente no tiene conciencia. No puedes decir ‘amo a mi nieto’ si no estás haciendo algo para mejorar sus condiciones de vida, ese amor es falso, es frívolo. Es nada más decir te amo y te compro un regalito. 

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“No, ámalo de veras. Ámalo y busca la forma de mejorar su futuro, no con dinero, con dejarle un mejor planeta. Ese es el mejor regalo que le vas a dejar a las próximas generaciones”, señala la artista en entrevista exclusiva con El Heraldo de México.

Para la pintora, originaria de la Ciudad de México pero arraigada en Baja California desde hace décadas, la lucha por la conciencia en el cuidado de la Tierra es una cruzada de amor por las nuevas generaciones que no está dispuesta a dejar.

Una vida de conciencia

Nacida en la Ciudad de México en 1963, Hoffmann se mudó junto a su familia a Mexicali cuando tenía 13 años. Ese fue el primero de tres episodios importantes que vinculan su vida con Baja California, entidad en la que reside actualmente, siendo una de las protagonistas tanto en la escena artística rosaritense como en la defensa de la exuberante naturaleza local.

“Yo soy activista a favor del medio ambiente, y lo he hecho desde toda la vida. Antes de que se le llamara composta, yo ya hacía mi composta porque entendí que la tierra se alimenta con los residuos orgánicos, aunque todavía no se le llamaba así, se le llamaba basura. Pero no era basura, era el alimento de la tierra”, rememora. 

Sus obras ofrecen un contraste entre paisajes idílicos, como los que admira a diario en Rosarito, y la basura que se arroja constantemente al mar, todo ello para generar conciencia del consumo y que el receptor de su arte genere conciencia.

“Si tuviéramos la basura frente a nuestra casa, invadiendo nuestros espacios, nos caería el veinte, pero no pasa eso porque los señores que cargan la basura nos hacen un parote, nos quitan la realidad. Pero ellos no tienen una varita mágica para desaparecer la basura. La ponen en contenedores, donde se va a dispersar e inundar nuestra tierra”, lamenta.

Pequeñas acciones con mucho amor por la Tierra

Para Hoffmann, la clave está en las pequeñas acciones que podemos hacer cada día. Rechazar los plásticos de un solo uso, las envolturas que no pueden reciclarse y tener conciencia en el uso del agua son pasos básicos para el cuidado del planeta.

“Por ejemplo, yo pido que el agua la controlen por individuo, porque la gente no tiene respeto por el agua. Tenemos que controlar el agua. ¿Cuántas personas viven en esa casa? Ah, pues les toca tanto, si te pasas, una multa y te va a costar tres o cuatro veces más. 

“Que todo el mundo cargue su termo, que no vayan a los lugares que consumen cosas de un solo uso. Si van a llevar algo de la comida del restaurante, que saquen su tupperware y digan, pónmelo aquí. Todos tenemos que sacrificar un poquito”, concluye.

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