Esther González es una artista plástica que en sus primeros años de carrera se dedicó al grabado de símbolos abstractos, pero tras algunos acontecimientos imprevisibles relacionados con su desarrollo profesional se vio orillada a retomar el dibujo en papel y, al mismo tiempo, enfocó su interés por los símbolos en el arte bizantino, al que considera una de las más perdurables expresiones artísticas.
Para la creadora, pintar es un trabajo que requiere una investigación constante, por lo que al elegir este estilo de arte pictórico -enraizado en el mundo helenístico y oriental- como inspiración para su producción, se concentró en el estudio de las formas, técnicas y significados de los iconos, y de ese modo ha logrado reinterpretar las imágenes canónicas y reformular los soportes y colores que los caracterizan.
Los iconos son imágenes religiosas que han evolucionado y consolidado desde los símbolos primitivos de identificación para personajes específicos como Cristo, la Virgen y los Apóstoles, hasta la apropiación popular de modelos formales aceptados por las autoridades religiosas.
En ese sentido, la propuesta de González es mantener sus aspectos más representativos, es decir, las posturas y gestualidades de los protagonistas y recrear libremente la combinación de color en el fondo -a diferencia de los ejemplos bizantinos, en los que ocurría lo contrario-. De esa manera, la pintora consigue mantener solemnidad y frontalidad con el espectador, sin que los rasgos de los iconos sean tan estilizados.
Otra de las propuestas interesantes de González tiene que ver con el material de soporte, pues originalmente el arte bizantino se plasmaba en madera, ya que es un material muy resistente y buen portador de los pigmentos y aglutinantes, aunque con el paso del tiempo –si no se conserva adecuadamente- deforma las figuras en las obras.
Frente a ese inconveniente, la pintora opta por el uso de telas o lienzos, además del papel amate -un producto artesanal mexicano-, que aporta una base propicia para combinar los colores de los pigmentos.
Esther González, exitosa y esmerada artista, es ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional y forma parte del Programa Pago en Especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mecanismo que permite a los creadores mexicanos deducir impuestos mediante la entrega de obras de arte, que luego son integradas a las colecciones de la SHCP para ser expuestas en diferentes museos y galerías del país.
PAL