Artistas del país y del estado de Hidalgo buscan que la antigua Cárcel Distrital de Tizayuca, cerrada en julio pasado como centro penitenciario, se convierta en un centro de arte y cultura. Previo a la decisión final que se tomará sobre el inmueble, 17 artistas llevaron a cabo Tejidos Bioluminiscentes, un conjunto de intervenciones artísticas in situ.
La actividad, gestionada por la galería de arte La Palanca, con la curaduría de Argeo Mondragón, consistió en la realización de 40 obras, entre pintura, dibujo, instalación, acciones, una banda sonora, performance y una pieza de luz y láser, que utilizaron las instalaciones del antiguo penal como espacio de exhibición.
Inicialmente, el proyecto formó parte del Festival Cultural Huitzilíhuitl, del ayuntamiento de Tizayuca, pero debido al impacto del público, el montaje de las piezas permanecerá en exhibición gratuita hasta la segunda semana de noviembre próximo.
En Tejidos Bioluminiscentes participan los artistas Fernando Álvarez, Idalid Castillo, Antonio Chaurand, Fake Fracaso, Trevor Gavilan, Krysia González, Daniela Guzmán, Gerardo Gómez, Héctor Herrera, Tomaz Major, Darío Meléndez, Andrés Molina, Argeo Mondragón, Leo Monzoy, Miguel Pedroza Ochoa, César Salazar y Diego Zelaya.
Más que historias
“Es común enjuiciar al detractor, aún si es inocente. La culpa es parte de la violencia estructural en la que nos encerraron. Carcome y corroe, nos desintegra. Ejercitando el contraste, es momento de juzgar al sistema penitenciario. La cárcel distrital de Tizayuca cerró sus puertas por no tener reinserción social. Los habitantes del abismo generan una bioluminiscencia, como rastro del gesto tras el abandono de las rejas”, explica sobre el proyecto Argeo Mondragón.
“Hay sentimientos en la cárcel, dentro de sus altares y en los murales que dejaron como vestigio. Hay tristeza en los mensajes escritos en las paredes. Hay arte en la cárcel. Las personas también aman dentro”, agregó.
El cierre de la cárcel distrital de Tizayuca se ordenó en 2020, pero no fue sino hasta 2022 cuando se realizó el traslado de sus últimos habitantes; el espacio llegó a albergar hasta a 50 reclusos, aunque sus instalaciones ya eran consideradas obsoletas.
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