Antes de convertirse en uno de los más grandes mangakas de la historia, Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball y Dr. Slump, tuvo un comienzo menos glamoroso en el mundo de la publicidad. Desde 1974 hasta finales de 1976, Toriyama trabajó como diseñador gráfico en la empresa Daiichi Shiko, una agencia ubicada en Nagoya. En este ambiente laboral, su principal tarea consistía en crear ilustraciones para bolsas y folletos comerciales. Sin embargo, a pesar de tener éxito en su trabajo, Toriyama no se sentía cómodo en la rigidez de la industria publicitaria, y la rutina diaria le resultaba monótona. Fue en este contexto que, en busca de algo más acorde con su pasión, decidió dar el salto al mundo del manga, una industria que le ofrecería el espacio perfecto para liberar su creatividad.

En 1977, Toriyama dio el primer paso hacia lo que sería su carrera legendaria al crear su primera obra de manga, Awawa World. Aunque esta obra no tuvo un gran impacto comercial, marcó el comienzo de su carrera como mangaka. Este primer trabajo, como muchos otros comienzos, estaba lleno de experimentación y aprendizaje, pero pronto Toriyama perfeccionaría su estilo y encontraría su voz única. La transición del mundo de la publicidad al manga no fue fácil, pero fue este cambio el que le permitió desarrollar los personajes y las historias que lo harían mundialmente famoso. Con el tiempo, sus obras alcanzarían una popularidad inmensa, convirtiéndolo en una figura esencial de la cultura pop.

EL PRIMER DISEÑO DE AKIRA TORIYAMA
Recientemente, ha salido a la luz un diseño sorprendente de esa época temprana de Toriyama que muestra un aspecto poco conocido de su legado. El diseño corresponde a un letrero realizado para la tienda Hanes, que aún permanece en la ciudad de Ena, en la prefectura de Gifu, en Japón. Este letrero, que originalmente adornaba la tienda, presenta un personaje caricaturesco con la apariencia de un indígena americano. El personaje, con una expresión amigable, viste un overol y lleva una pipa en la boca de la que parece salir humo. En su cabeza, se encuentra una corona de plumas, un detalle que destaca en este dibujo sencillo pero expresivo.
El diseño es una pieza única que ofrece una ventana a los primeros pasos artísticos de Toriyama, antes de desarrollar el estilo distintivo que sería reconocido en todo el mundo. Con trazos gruesos y una estética que difiere de la línea más depurada y detallada que caracterizaría sus mangas, este letrero refleja la experimentación del joven Toriyama con el dibujo comercial. Aunque el diseño no tiene la complejidad que se vería en sus futuras creaciones, su expresividad y simplicidad son claras señales de la destreza natural del artista para crear personajes carismáticos. A través de esta pieza, podemos ver un primer atisbo del tipo de ilustraciones que más tarde conquistarían los corazones de millones de fanáticos.
Este diseño de Toriyama para la tienda Hanes no solo es un hallazgo fascinante para los fanáticos de su obra, sino también una representación tangible de sus primeros pasos en la industria. Aunque no está relacionado directamente con sus mangas más conocidos, este letrero se erige como un testimonio de su versatilidad como artista y de su habilidad para adaptarse a diferentes formas de expresión visual. En última instancia, el descubrimiento de este diseño subraya una etapa clave en la evolución de Toriyama como creador, recordándonos que incluso los grandes artistas tienen humildes comienzos antes de alcanzar la fama. Sin duda, esta pieza es una curiosidad que enriquece aún más el legado de uno de los mangakas más influyentes de todos los tiempos.
SIGUE LEYENDO:
Inteligencia Artificial vs Cosplay: cuál es la versión más hermosa de Black Cat de ‘Spiderman’