En el mundo de las sitcom hay muchas series que se han ganado el corazón de las y los cinéfilos, convirtiéndose incluso en lugares seguros cuando el mundo de afuera resulta agobiante. Entre las muchas comedias que han logrado sobrevivir al paso del tiempo se encuentra "The Office" en su versión estadounidense que se emitió de 2005 a 2013 y es que con Steve Carell a la cabeza como el torpe y a menudo insensible jefe Michael Scott, la serie capturó el día a día de los empleados de la oficina regional de ventas de Dunder Mifflin en Scranton, Pensilvania.
Sin embargo, a pesar de su estatus como una de las mejores comedias televisivas, "The Office" también ha sido objeto de críticas por su manejo de temas sensibles, en especial en lo que respecta a "chistes" y situaciones que algunas personas consideran que cruzaron la línea entre el humor y la insensibilidad.
Sigue leyendo:
Por menos de 100 dólares ahora puedes rentar la casa en donde The Beatles comenzaron a tocar
Y si bien este tipo de humor era muy común en la época y ha sido lo que identificó a la serie, ahora es duramente cuestionado; pero en especial hay un capítulo que está llamando la atención de las personas, pues una de las actrices que estuvo involucrada en la grabación ha hecho algunas declaraciones sobre su amarga experiencia al ser objeto de un cruel chiste por parte de Steve Carell en su papel como Michael Scott.
La cruel broma de Steve Carell en "The Office"
Michael Scott, interpretado por Steve Carell, es el corazón y el alma de "The Office", pues su personalidad infantil, combinada con un deseo desesperado de ser querido por sus empleados lo convierte en una figura cómica entrañable. Sin embargo, su comportamiento a menudo raya en lo inapropiado, especialmente cuando se trata de temas de raza, género y orientación sexual.
Y es que aunque la serie no se rehúsa a mostrar a Michael cometiendo errores garrafales, y es precisamente esta falta de autoconsciencia lo que a menudo alimenta el humor de la serie, hay momentos en los que el comportamiento de Michael no solo es incómodo, sino que también provoca una reflexión más profunda sobre los límites del humor en la televisión. Estos momentos han generado debates entre la audiencia sobre si "The Office" simplemente refleja la ignorancia de su personaje principal o si, de alguna manera, perpetúa estereotipos dañinos.
Uno de los momentos más criticados de la serie ocurre en la tercera temporada, durante el especial de Navidad titulado "A Benihana Christmas". En este episodio, Michael, junto con Andy (Ed Helms), Jim (John Krasinski) y Ryan (B.J. Novak), visita un restaurante japonés; allí, Michael y Andy invitan a dos camareras japonesas a la fiesta de Navidad de la oficina y lo que sigue es una serie de situaciones que, si bien fueron diseñadas para ser cómicas, resultaron ser altamente problemáticas.
En un punto del episodio, Michael, incapaz de distinguir entre las dos camareras debido a su percepción estereotipada de que "todas se ven iguales" y decide marcar con un rotulador el brazo de la mujer que prefiere. Esta escena, aunque se presenta como un intento de humor basado en la torpeza de Michael, tiene un trasfondo de racismo que no pasó desapercibido ni por la audiencia ni por las actriz involucrada.
Actriz de "The Office" habla sobre una broma racista que le hicieron
Es así como Kat Ahn, la actriz que interpretó a una de las camareras, recientemente habló sobre su experiencia en este episodio y la complejidad de aceptar un papel que, en retrospectiva, ella misma considera racista. En una entrevista con "FandomWire", Ahn explicó que, como actriz de ascendencia asiática, entendía por qué algunos actores de grupos minoritarios terminan aceptando papeles que perpetúan estereotipos raciales.
A veces, simplemente necesitas pagar el alquiler; otras veces, es porque disfrutas del trabajo o no quieres que tu agente te abandone, comentó Ahn para el medio internacional.
Ahn describió el episodio como "problemático" y reflexionó sobre el hecho de que este tipo de representaciones, aunque comunes en la televisión durante muchos años, contribuyen a una imagen distorsionada y estereotipada de las personas de origen asiático. Su testimonio resalta una cuestión importante en la industria del entretenimiento: la dificultad que enfrentan los actores de minorías étnicas para encontrar papeles que no estén cargados de connotaciones negativas.