"La belleza comienza en el momento en que decides ser tú misma." Estas son las palabras de Coco Chanel, una mujer que revolucionó el mundo de la moda. Hoy, exploramos un tema que ha impactado profundamente la vida de muchas mujeres a lo largo de los años: la expectativa de belleza. Las expectativas de belleza han evolucionado con el tiempo, pero una constante persiste: la presión abrumadora sobre las mujeres para alcanzar ciertos estándares estéticos.
Esta presión no es solo superficial; tiene consecuencias profundas y a menudo devastadoras. Según cifras publicadas por La Tercera, entre 2014 y 2018, las atenciones por trastornos alimenticios en el sector público aumentaron un 68%, con el 84% de los casos pertenecientes al género femenino. Estos datos nos revelan una realidad alarmante que no podemos ignorar.Para conmemorar los 20 años de su Campaña de Belleza Real, Dove realizó el estudio más grande jamás hecho por una marca de belleza, contactando a más de 33,000 personas en 20 países.
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Los resultados del informe “El Estado Real de la Belleza” son reveladores: 1 de cada 3 mujeres siente presión por alterar su apariencia debido a las imágenes que ven en redes sociales, a pesar de saber que muchas de estas imágenes son falsas o generadas por inteligencia artificial. Además, casi 9 de cada 10 mujeres y niñas han estado expuestas a contenido de belleza tóxico online, y 2 de cada 5 darían un año de su vida para alcanzar su belleza ideal.
La presión por cumplir con estos estándares de belleza no es un fenómeno moderno ni reciente. Desde los ideales de belleza voluptuosa del Renacimiento hasta la figura esbelta y andrógina de los años 20, cada era ha tenido su propia versión de la "mujer perfecta". En los años 50, Marilyn Monroe representaba la cúspide de la belleza con su figura curvilínea. En contraste, las décadas de los 90 y 2000 glorificaron la delgadez extrema, con modelos como Kate Moss encabezando la tendencia del "heroin chic".
Estos ideales cambiantes han tenido un impacto significativo en la salud mental y física de las mujeres. La comparación constante y el deseo de cumplir con estándares imposibles han llevado a muchas mujeres a sufrir de baja autoestima, trastornos alimenticios, ansiedad, depresión y una percepción distorsionada de la realidad. Según un estudio de la Universidad de Navarra, el 70% de las adolescentes españolas entre 12 y 18 años no están satisfechas con su cuerpo, y el 30% ha intentado perder peso de manera peligrosa.
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Además, el auge de las redes sociales ha agravado estos problemas. Las plataformas como Instagram y TikTok están llenas de imágenes altamente editadas y filtradas que presentan una versión distorsionada de la realidad. Las aplicaciones de retoque facial, los filtros de belleza y la inteligencia artificial permiten a las personas modificar su apariencia hasta niveles irreales, creando expectativas imposibles de alcanzar. Según el informe de Dove, 2 de cada 3 mujeres creen que se espera que sean más atractivas físicamente que la generación de sus madres. Esta comparación intergeneracional añade una capa adicional de presión. Las mujeres no solo luchan contra las imágenes idealizadas de celebridades y modelos, sino también contra las expectativas que han heredado culturalmente.
En conclusión, la expectativa de belleza de la mujer ha sido una carga constante y evolutiva que ha marcado generaciones. Es fundamental que como sociedad tomemos medidas para cambiar esta narrativa. Debemos promover la aceptación de la diversidad y trabajar para erradicar los estereotipos de belleza tóxicos que tanto daño han causado. Recordemos las palabras de Coco Chanel: "La belleza comienza en el momento en que decides ser tú misma." La belleza real reside en la diversidad y autenticidad de cada individuo.
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Es nuestra responsabilidad colectiva crear un entorno donde todas las mujeres se sientan valoradas y aceptadas por quienes son, no por cómo lucen. Y es responsabilidad de cada persona comenzar a empoderarse y encontrar lo que las diferencia.Crear un cambio en la percepción de la belleza no es tarea fácil, pero es un paso crucial hacia una sociedad más inclusiva y compasiva. Solo cuando celebremos la verdadera diversidad y autenticidad podremos liberar a las futuras generaciones de las cadenas de los estándares de belleza inalcanzables.
Victoria Sumano Barajas
Lic. Business Intelligence
Instagram: victoria.sumano
Linkedin: Victoria Sumano Barajas
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