En la historia del tenis mundial, hay leyendas que trascienden las épocas. Figuras que se han destacado en los distintos torneos alrededor del mundo. El siglo pasado ofreció una camada de tenistas que despertaron la pasión no solo en las canchas sino fuera de ellas.
Sin embargo, hay algunos tenistas que supieron estar en la cima y literalmente en el piso. Nos referimos al jugador alemán Boris Becker, la gran estrella a fines de los 80' e inicios del 90'. En 1985 conquistó Wimbledon con 17 años, ganando posteriormente el US Open y los Abiertos de Australia. Llegó a ser número 1 del mundo, sin embargo, su ascendente carrera deportiva no fue de la mano con su vida personal y privada.
Qué pasó con la carrera de Becker
Boris Becker junto con Steffi Graf protagonizó la era de oro del tenis alemán. Fue apodado por la prensa como “El León de Leimen” y en el ambiente era conocido como “Boom Boom” por su temible saque potente. Sin embargo, el tenista no supo lidiar con tanta popularidad repentinamente. Según relata él mismo, en 1987 comenzó a tomar pastillas para dormir, combinado con cerveza o whisky por la noche, sin que ningún médico lo supiera. “Nadie sabía de la medicación con la que me anestesiaba. La tomé durante años”, dijo.
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En 2013, Boris Becker hizo un alto en las polémicas en torno a su vida y se unió al equipo de tenis de Novak Djokovic. Lo llevó a la cima del ranking ATP. Aumentó su fortuna, aunque la despilfarró, según cuentan personas cercanas al tenista. En 2022 se declaró culpable en Inglaterra por ocultar activos y transferir de manera ilícita grandes montos de dinero.Luego de quedar en bancarrota, transfirió millones de dólares a cuentas de su pareja actual y su ex esposa, por lo que fue condenado a cárcel durante 8 meses. El alemán relata que ahí “estuve rodeado de asesinos, de narcotraficantes, de violadores, de traficantes de personas, de delincuentes peligrosos”. “Luchas todos los días por sobrevivir. Rápidamente tienes que rodearte de los chicos rudos, como yo lo llamaría, porque necesitas protección”, relató a BBC sobre aquel tiempo en prisión.
Tras cumplir casi la mitad de su condena en la cárcel en Inglaterra, fue deportado a Alemania para terminar allí la sentencia con libertad condicional. Desde entonces, Boris se ha mostrado públicamente en algunas entrevistas analizando sus errores en la vida y además vendió los derechos para realizar una película sobre su vida, que se espera para 2025 o 2026. Actualmente, se desempeña como comentarista deportivo y espera volver a Wimbledon, al lugar en donde comenzó su historia con el tenis.