Los gatos siempre han sido señalados como animales solitarios e independientes. Vale destacar que poseen un carácter único y distintivo. Sin embargo, en ocasiones, los felinos acuden a sus dueños porque están necesitados de atención.
Los gatos son animales que duermen mucha cantidad de horas al día, entre 12 a 20 horas. Para hacerlo eligen lugares cómodos, mullidos y confortables, donde puedan pasar varias horas. En algunas ocasiones, estos animales deciden dormir sobre la cabeza de sus dueños.
¿Por qué eligen dormir sobre la cabeza de sus dueños?
Una de las razones en dormir sobre la cabeza de sus dueños es por seguridad, ya que el gato debe estar en contacto sin perder la capacidad de vigilar el entorno. Esta ubicación les permite monitorear cualquier cambio o amenaza potencial en su territorio, conducta que está directamente relacionada con su naturaleza cazadora. También es una manera sutil pero efectiva de marcar su territorio.
Si bien los gatos son conocidos por su independencia, cuando optan por acurrucarse junto a sus amos, están transmitiendo un mensaje de aprecio y consideración. El contacto físico genera bienestar para ambos, reduce el estrés del animal y fomenta su bienestar general. Este acercamiento además suele darse en momentos de ansiedad o inseguridad, lo que demuestra la búsqueda de protección por parte del animal.
A pesar de los beneficios de dormir con un gato, también existen ciertos riesgos que se deben tener en cuenta. Uno de los principales es la disminución de la calidad del sueño. Los felinos son animales nocturnos, y sus movimientos o vocalizaciones durante la noche pueden interrumpir el descanso de las personas y afectar su ciclo de sueño. Además, pueden ser portadores de parásitos, como pulgas o ácaros, que podrían contagiar a los humanos.