La humildad, la pobreza y la castidad son tres de las virtudes que suelen ser muy valoradas entre los hombres de fe que formaron parte de la Iglesia Católica en sus años formativos, los cuales permitieron desarrollar el sistema de creencias que tiene actualmente.
Uno de sus santos más famosos, San Francisco de Asís, predicó con el ejemplo sobre estas tres virtudes, desde la humilde iglesia de la Porciúncula, a las afueras de su pueblo natal, en Italia.
¿Quién es San Francisco de Asís?
Nacido en el pueblo de Asís, en la región italiana de Umbría, el religioso era hijo de un acaudalado comerciante, por lo que tenía una vida sin preocupaciones materiales. Un dato curioso es que su verdadero nombre era Juan pero, debido a su afición a todo lo galo, le decían “francesco”, que significa “francés”.
Atraído por las historias de caballería, durante su juventud se enlistó en el ejército que peleó contra los soldados de Perugia. Sus pobres habilidades militares hicieron que cayera preso por un año.
Con el tiempo, Francisco fue descubriendo su verdadera vocación. Se dice que, de camino a una misión militar, escuchó una voz que le dijo que era hora de servir al amo y no al sirviente, así que regresó a su ciudad natal para reorientar su vida.
Su primera misión religiosa fue la de reparar la iglesia de San Damián, para lo que intentó ocupar el dinero de su padre quien, al no estar conforme con su vida religiosa, le exigió que se lo devolviera. En ese momento, Francisco renunció a su herencia y abrazó decididamente la alternativa espiritual.
Gracias a sus milagros y sermones, San Francisco de Asís pronto se hizo de un grupo de discípulos, a quienes dotó de una serie de normas para intentar alcanzar la perfección espiritual. Entonces tomaron camino de Roma, para lograr la aceptación por la curia de su nueva orden.
A pesar de la renuencia de algunos sectores de la Iglesia Católica, quienes reprochaban la pobreza extrema que exigía a sus colaboradores, la orden fundada por San Francisco de Asís recibió el aval y fue encomendada a predicar sobre la penitencia.
La vida de San Francisco fue ejemplar en muchos aspectos. Su búsqueda de hermandad con los animales del campo le llevó a ser un ejemplo primigenio para los ambientalistas, mientras que su preocupación por los pobres ha inspirado muchas obras de caridad.
De acuerdo con el Papa Francisco, quien tomó precisamente su nombre de prelado del santo de Asís, su ejemplo no solo ha resonado en los corazones católicos, sino en el de millones de personas que siguen otras creencias religiosas.
¿Qué otros santos católicos se celebran hoy?
- Santa Áurea de París
- San Petronio de Bolonia
- San Quintín de Turón
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